«En un trabajo me presentaron las drogas»

«Empecé a consumir drogas en uno de mis trabajos. Al principio, las rechazaba, pero tras descubrir que mi esposo me engañaba, accedí a probar la cocaína, después seguí con el cristal y el éxtasis, además por la ansiedad fumaba mucho.

Con el tiempo mi marido se dio cuenta, pero en lugar de parar, empezamos a drogarnos juntos. Como era taxista, lo acompañaba y gastábamos lo que ganábamos en drogas y como en las noches no llegábamos a casa, nuestros hijos se dieron cuenta.

Mi esposo comenzó a asistir a la Universal y, aunque me invitaba, yo no aceptaba. Sin embargo, vi que había cambiado: dejó las drogas y ya no discutía ni miraba a otras mujeres.

Mientras que yo, por el vicio, sentía que me volvía loca e intenté varias veces quitarme la vida porque no sabía cómo salir de esa situación y ya no quería que mis hijos me vieran así.

Fue entonces cuando le pedí a mi pareja que me llevara a una reunión. Aunque no fue fácil y tuve que ser perseverante, Dios me dio fuerzas para apartarme del vicio y de las malas amistades. También pude volver a dormir.

Escuchando la Palabra de Dios, me fortalecí y abandoné todo lo que me alejaba del Señor. Perdoné a mi esposo por todas sus infidelidades y el Altísimo me quitó los malos pensamientos. Hoy, mi vida y mi matrimonio están restaurados.» -Sandra Jiménez

Cura de los vicios

Esta reunión es especial para cualquier persona que esté atravesando un problema de adicciones: alcohol, cigarro, pornografía, juegos de azar, internet, videojuegos, compras compulsivas, trastornos alimenticios, etc.

Pero también este método es para un familiar o amigo dispuesto a extenderle la mano a un ser querido para que sea libre de su adicción.

Te invitamos a que participes en la Cura de los Vicios los domingos a las 4 p. m. en el Templo de los Milagros, Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya. O solicita más información en nuestra agenda de direcciones.

(*) La Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este sitio web, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, en demérito de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJES DE CONSULTAR A TU MÉDICO