En todo el país, más de 80 mil personas se reunieron para presenciar la entrada del Arca de la Alianza

Ciudad de México.- Las calles aún estaban oscuras, el reloj indicaba que era de madrugada y el clima era frío y lluvioso. Sin embargo, todo eso no fue impedimento para que multitudes se dieran lugar en La Arena Ciudad de México, no para presenciar un concierto de algún artista famoso, sino para ser testigos de un acontecimiento histórico en el país: la entrada del Arca de la Alianza proveniente del Templo de Salomón, en Brasil.
Desde muy temprano, largas filas se iban formando a las afueras del lugar con gente no solo de la CDMX y zonas aledañas, también de distintas partes del país. No importaron las horas de vuelo o de traslado en auto o camión, pues el objetivo era claro: tener un encuentro con Dios, renovar la fe y aprender, con base en la Palabra de Dios, la forma de obtener una calidad de vida distinta en todos los aspectos. Justamente, el mensaje de fe fue ministrado por el obispo Edir Macedo.
Tras la prédica se realizaron diversas oraciones por los que se encontraban en el lugar y, como era de esperarse, los milagros no se hicieron esperar: en el momento, hubo personas que fueron sanadas de tumores y enfermedades que cargaban desde años atrás, sin contar aquellas que llegaron transportadas por una silla de ruedas y salieron sin ella, caminando por su propia cuenta.
En total, este hecho insólito reunió a 81 938 personas; 34 420 estuvieron directamente presentes en la Arena Ciudad de México y el resto participó por transmisión simultánea en los diferentes Centros de Ayuda Universal del país.
Pero ¿qué motiva a una persona de algún punto lejano a salir de su hogar para participar en una ceremonia de esta magnitud? La fe, pues la Biblia indica que el Arca de la Alianza es símbolo de la Presencia de Dios, fue el estandarte de muchas victorias del Pueblo de Israel en el pasado y esta vez se determinó que sucederá lo mismo en los miles de mexicanos que vivieron esta experiencia inolvidable.