Ellos lograron transformar a su familia
«Los conflictos entre mi esposo y yo radicaban en lo económico y lo familiar, él tenía una doble vida. Por mi parte, me dediqué de lleno al trabajo y, por esta razón, casi no veía a mis hijos, quienes estaban bajo el cuidado de mi madre. A esto se le sumaron enfermedades, problemas de índole espiritual y vicios.
Tras haber conocido la Universal, vimos cómo la relación familiar cambió para bien. Mi esposo dejó de engañarme y así restauramos nuestra relación. Juntos, con la ayuda de Dios, pusimos un negocio que nos ha permitido progresar económicamente. Además, las enfermedades se fueron, tenemos paz y mis hijos son personas de bien.» -Rosa Sandoval
«Mi padre era adicto al alcohol y al cigarro. Cuando estaba bajo los efectos de estas sustancias, se volvía agresivo y se peleaba hasta en las calles. Económicamente le llegaban buenas oportunidades, pero por el mismo problema, las perdía. Mi madre se enfermó de tanta preocupación; mientras mis hermanos y yo crecimos con esa mala imagen de él.
Una de mis hermanas conoció la Universal y por ella los demás integrantes de la familia llegamos. Esto le ayudó a mi padre a dejar los vicios poco a poco y, por consiguiente, su carácter se volvió más dócil. Al poco tiempo, mi madre sanó. Ahora es una alegría inmensa ver lo que Dios ha hecho en nuestros seres queridos.» -Alicia Carrillo
«Nuestro matrimonio era un infierno; en lugar de compañeros, parecíamos rivales. Ambos venimos de infancias difíciles, de familias disfuncionales y, por ende, eso repercutía en nuestra convivencia. Era increíble que, a pesar de que nos amábamos tanto, no podíamos estar juntos. Las peleas prevalecían por encima de nuestro amor.
Mi cuñada, que ya participaba en la Universal, al ver nuestra situación nos invitó. Conforme acudimos, la fe nos fue dando los medios para restablecer la convivencia entre nosotros. Hoy en día, tenemos paz y felicidad, y sabemos que esa bendición en nuestro matrimonio perdurará porque Dios está entre nosotros.» -Guillermo Ruiz
«Debido a las malas amistades, mi hijo tomó caminos equivocados, como el de la drogadicción y el alcoholismo. A raíz de eso, ya no nos respetaba, llegó a agredirnos y descuidó sus responsabilidades. Constantemente nos llamaban de la escuela para decirnos que no entraba a clases y que su aprovechamiento iba decayendo.
En la Universal nos enseñaron que, por medio de propósitos de fe, podíamos revertir la situación. Así lo hicimos y eso propició que mi hijo fuera cambiando paulatinamente: primero, dejó las adicciones y, de esta forma, su comportamiento se volvió distinto. Ahora es un hombre de bien. Solo Dios pudo hacer este milagro.» -Lilia Sánchez
«Debido a una decepción amorosa, caí en depresión e intenté en una ocasión el suicidio. Aparentemente, las cosas iban muy bien en la relación, incluso estábamos a punto de casarnos, pero de un momento a otro, él terminó conmigo sin explicación alguna.
Mi mamá supo de la Universal, ella fue quien me invitó. Por medio de una entrega sincera a Dios, vencí a la depresión y los deseos de morir se fueron. Una vez que estuve bien espiritualmente, conocí al que ahora es mi esposo, quien comparte mi fe. Juntos formamos una familia hermosa donde hay mucho amor y respeto. El Señor Jesús es el pilar de nuestro hogar.» -Carmen Uribe
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