El punto en donde funcionó

Con seguridad ya te perdiste alguna vez o conoces a alguien que ya pasó por eso. ¿Y qué hacemos cuando nos perdemos? Regresamos al último punto, en donde teníamos la certeza de que conocíamos el lugar y estábamos en el camino cierto, ¿no es así?

Miramos el mapa, regresamos al último punto para, entonces, de ahí seguir el camino, esta vez, en la ruta correcta. Y no es solo cuando estamos en un trayecto que este razonamiento puede ser aplicado, sino en otras situaciones de la vida también. Esa estrategia de volver al último punto es una estrategia de Dios y para la vida.

Muchas veces hacemos elecciones equivocadas, entramos por caminos y situaciones que pensamos que son correctas -hasta porque nadie se equivoca en el camino queriendo- en las relaciones, en las finanzas, en la carrera, en el trabajo, en la fe, en las decisiones personales, en la salud, etc. ¿Qué es lo que la sabiduría Divina nos enseña cuando eso sucede? A volver al camino inicial donde teníamos la certeza de que estábamos en el camino correcto. Eso es posible y Dios nos da la condición de hacer eso.

A veces pensamos: «no, ya es demasiado tarde», pero imagina si pensaras: «ah, estoy a 300 km de donde quería estar, entonces, ¿sabes una cosa? Me quedaré aquí mismo». No tiene sentido. No te quedarás en un lugar en donde no querías estar solo porque te equivocaste en el camino. En lugar de eso, en el momento en que te das cuenta de que te equivocaste, dices: «tengo que volver lo más rápido posible» y, entonces, das la media vuelta y comienzas el camino de regreso.

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Si lees Juan 10:39-40 verás que el Señor Jesús hace algo semejante. Después de una discusión acalorada con los religiosos, Él se retiró y fue al lugar en donde inició Su ministerio. No es que Jesús estuviera equivocado, pues Él nunca se equivocó en Su camino.

Todo lo que Él hacía era absolutamente con la conciencia de que eso, en efecto, era lo que tenía que hacer, pero necesitaba apartarse del calor del problema por un tiempo como una forma de recomponer Su enfoque en aquello que estaba por hacer. Entonces, si el Señor Jesús aplicó esa estrategia en Su vida, ¿es necesario decir que sería una óptima idea si también la aplicas?

Si estás sintiéndote fuera de lugar porque te equivocaste de camino en el pasado, te apartaste de Dios, abandonaste la fe y tomaste caminos inestables, vuelve a la práctica de las primeras obras. Sea cual sea tu situación, vuelve al punto donde puedas decir: «aquí yo sabía lo que estaba haciendo, aquí lo que hacía funcionaba». Dios te da esa oportunidad y, si la aprovechas, puedes recomenzar tu vida hoy sin desperdiciar ningún día.

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