El poder de ser la propia bendición o la propia maldición depende de nosotros
“Acontecerá que si oyeres atentamente la voz del Señor tu Dios, para guardar y poner por obra todos Sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también el Señor tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.” Deuteronomio 28:1
Extraído del blog del Obispo Macedo
Medita también en este mensaje: La visión del pensamiento de la fe de Moisés
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