El obispo Macedo le enseña cómo combatir la duda

Después de dos meses de viaje misionero, el obispo Edir Macedo regresó a Brasil y realizó una reunión especial, en el Templo de Salomón, el pasado domingo 28 de octubre a las 9:30 de la mañana. Con casa llena y en transmisión por Facebook y Univer Vídeo, el obispo habló sobre el origen de los problemas que afligen a los seres humanos.

Para el obispo, a pesar de ser personas, aparentemente, correctas, muchas no alcanzan la plenitud de vida porque viven en el pecado. Él pautó sus enseñanzas en el libro de Ezequiel, capítulo 18, versículo 14:

“He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá”.

“Aquí está la raíz del mal. Cuando usted peca, o toma una actitud equivocada, inmediatamente surge la duda. El Espíritu del pecado genera la duda. En la relación, por ejemplo, si usted se relaciona con la duda, puede tener certeza de que va a perder. Hay personas que hacen votos, sacrificios e incluso conquistan una vida económica envidiable, pero debido a que viven en el pecado, terminan perdiendo todo”, orientó el obispo, que también insistió en resaltar cuál es el precio a pagar por el pecado. “Si yo me mantengo en el pecado, se acabó. La muerte es segura, y lo peor no es ni la muerte física, sino la muerte eterna. El pecado genera la duda y la duda genera debilidad, ansiedad, preocupación y la persona vive un infierno dentro de ella”.

De acuerdo con el obispo, solo existe una forma de vencer la duda. “Usted tiene que abandonar el pecado, porque el espíritu del pecado y de la fe no se llevan. Es como la luz y las tinieblas, o usted abandona el pecado y empieza a vivir en el Espíritu de la fe y va a tener éxito, o entonces continúa en el pecado y va a fracasar. Quien elige es usted”, enseñó el obispo.

El empresario Gelcy Gomes, de 49 años de edad, estuvo presente en la reunión y cree que el mensaje transmitido por el obispo vino para abrir sus ojos en relación al comportamiento adoptado no solo por él, sino por varias personas. “Yo había oído ese mensaje innumerables veces, pero hoy pude ver cuánto dejamos de tomar decisiones importantes a causa de la duda. Por eso tenemos que estar atentos para no oírla, sino a la fe, manteniendo el enfoque en la Palabra de Dios para buscar nuestros objetivos.

Antes de concluir el mensaje, el obispo reiteró que es necesario contar con la ayuda del Espíritu Santo. “Cuando usted recibe el Espíritu Santo, recibe el Espíritu de la vida, de la libertad y no depende de nadie más. Ni de la iglesia, ni de la religión, ni del pastor, ni del obispo. Usted depende de sus manos, porque el Espíritu de la vida estará dentro de usted”, concluyó.