El costo de enfermarse en México

El 2 % de la población no tiene algún seguro médico que pueda respaldarlos

La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) dio a conocer que solo el 5 % de la población mexicana cuenta con un seguro de gastos médicos, situación que revela la falta de prevención para hacerle frente a este tipo de eventualidades: los que generan las enfermedades.

Y es que depende de la enfermedad que se tenga, es la inversión financiera que se hará. Los padecimientos más costosos en el país son los crónicos entre los que destacan: diabetes, insuficiencia renal e hipertensión. Sin mencionar que el cáncer es uno de los que producen mayores gastos.

Según información emitida por la aseguradora Axa, estos son los gastos que se tienen con algunas enfermedades.

Gripe: las enfermedades respiratorias son de las más comunes. Tratar una gripe cuesta alrededor de $50 y $150 sin considerar el costo de la consulta.

Infección estomacal: otro de los padecimientos más habituales en los mexicanos. Tratar una enfermedad estomacal moderada puede oscilar entre los $300 y $500.

Diabetes: un diabético que sigue las recomendaciones de manera ordenada gasta un promedio de $1 500 al mes. Si la gravedad de la enfermedad es mayor, el gasto también crece.

Insuficiencia renal: dependiendo la etapa de la enfermedad los requerimientos van cambiando; sin embargo, las diálisis o hemodiálisis que necesitan los pacientes puede variar entre los $8 000 y $15 000 adicionales a las consultas y medicamentos.

Hipertensión: Según datos del IMSS, 31.5 % de la población mexicana enfrenta este padecimiento y su tratamiento puede ir de los $1 000 a los $3 000 mensuales dependiendo de la gravedad.

El INEGI reporta que el 39 % de la población está afiliada al IMSS, el 7 % al ISSSTE, 3 % a instituciones privadas, el 49 % al seguro popular y el resto no está asegurado.

«Desahuciada y sin dinero para comprar el medicamento»

«Estaba enferma de gravedad porque no era solo un padecimiento el que tenía, mi salud se afectó por la aparición de cinco miomas en la matriz, colitis, gastritis, además de hipertensión. Para poder controlar mis malestares, compraba muchísimo medicamento el cual era costoso, tanto que no hubo dinero suficiente para eso y para cubrir los gastos de la casa. De hecho, llegamos a sacar tortillas duras de la basura para comer.

Las hemorragias que me daban eran tan fuertes que ya no había medicamento que hiciera efecto y me comentaron que era necesaria una cirugía, pero no garantizaban que recuperara la salud. Incluso, otros médicos me desahuciaron. Los gastos ante tantos tratamientos se incrementaron aún más, sin tener en quién apoyarnos para sacarlos adelante.

No obstante, cuando pensé que no había remedio para mi causa, llegó la esperanza al ver el programa de televisión de la Universal. Ahí, vi el testimonio de una persona que pasaba problemas parecidos a los míos, pero al confiar en el Señor Jesús, solucionó cada dificultad.

Al ser obediente a la Palabra de Dios y usando la fe, los cambios surgieron. No fue fácil ni magia, fue constancia en los diversos propósitos para que ahora pueda contar que estoy sana, no tengo enfermedad alguna, tampoco nos falta el dinero, ya no tenemos la necesidad de sacar comida de la basura. El Señor Jesús realmente me da la vida que siempre soñé.» -Araceli Gómez