«El brujo me dijo: “de este año no pasas”»  

Eso le dijeron a Guillermina Pineda, quien después de separarse de su pareja entró en depresión y, al querer saber por qué estaba pasando por toda esa situación recurrió a las cartas: «Una infidelidad llenó de tristeza mi corazón; no dormía ni comía. A raíz de eso tenía pensamientos de acabar con mi vida, ya sea cortándome o colgándome, pero el pensar en mis hijos me detenía. Además, me daban migrañas y una sombra no me dejaba ver la luz, era como si alguien me pusiera su mano. 

 Fueron momentos muy difíciles, me cruzaba las calles sin fijarme y hasta perdí mi trabajo; me sentía muerta en vida pues también era atormentada por espíritus malignos, se caían las cosas, me movían la cama, se me subía el muerto, tenía pesadillas y al despertar sentía que el sueño había sido real, era como si el espíritu usara mi cuerpo. 

Por su parte, una de mis hijas también la pasaba mal, a veces veía un ente que caminaba en frente de la ventana y llegó a ver a un niño que no tenía ojos. Por querer saber los porques de esas situaciones, terminé yendo con los brujos a que me leyeran las cartas, ahí me dijeron que me habían hecho brujería y hasta me sentenciaron: “de este año no pasas”». 

En medio de varias tragedias y momentos difíciles, muchas personas suelen recurrir a los brujos para que les dé una luz ante sus problemas, pero al final, esas “consultas” terminan causando más angustias que una certeza sobre qué hacer. 

Por su parte, el obispo Macedo explica que el consultar a brujos, cartas o artes adivinatorias, lejos de ayudarle a la persona a salir de esas dificultades, solo abre más puertas para que el mal entre en su vida y en realidad, el secreto de la adivinación radica en que el espíritu inmundo que está dañando la vida del consultante pasa al brujo para que, a través de él, revele información personal. El obispo alerta al respecto de estas prácticas porque, además de causar estragos en su vida, aleja a las personas de Dios. 

Por ello, lo único que puede sacarlas de aquel sufrimiento es recurrir al Creador. Esto fue lo que hizo Guillermina después al saber de la Universal: «Una noche de insomnio la conocí a través de la televisión, al siguiente día acudí con mi hija. Ahí me escucharon, me orientaron, oraron por mí y sentí como si una carga se me hubiera despegado, desde ese día pude dormir y seguí asistiendo diariamente. Así, poco a poco, usando mi fe y poniendo en práctica la Palabra de Dios, volví a comer, la migraña y el dolor de espalda se fueron y regresé a trabajar. Mi carácter también cambio pues era impulsiva, rebelde y grosera, pero gracias a Dios Él me transformó dándome la mayor riqueza:  el Espíritu Santo; cuando estamos abatidos o atormentados, Él está ahí con nosotros para darnos fuerza y levantarnos». 

Viernes de Liberación Espiritual

¿Tu situación es semejante? Entonces, te esperamos este viernes 28 de junio en la reunión de liberación espiritual. Te esperamos, especialmente a las 7 p. m., en el Templo de los Milagros, ubicado en Avenida Revolución núm. 253, col. Tacubaya, en la Ciudad de México. Pero si te encuentras al interior de la República puedes consultar en este enlace la dirección de la Universal más cercana a tu hogar.

¡Participa en este encuentro!