El amor de esposos durante el Ayuno de Daniel

Quizá crees que la vida de pareja no tiene nada que ver con el Ayuno de Daniel y que no es necesario evaluar nada en el transcurso de estos días de propósito. No obstante, ¿sabías que puedes estar perdiendo una gran oportunidad para traer al Señor Jesús a tu matrimonio?

Muchas parejas aún no han sido bautizadas con el Espíritu Santo, aún no tienen entre ellos la Mayor Fuerza, la fuente que los cristianos buscan para ser mejores los unos con los otros. Y buscar esa alianza, ese vínculo, es esencial para tener una vida de pareja saludable, feliz y segura, que no se desestabiliza con facilidad.

Tanto así que la propia Biblia dice: el «cordón de tres dobleces no se rompe pronto» (Eclesiastés 4:12). Es decir, la pareja unida por el Espíritu Santo difícilmente se quebrantará con las luchas diarias.

Por eso, el Ayuno de Daniel —que tiene por objetivo santificarse, ya sean casados o no— es una buena oportunidad para buscar o renovar esa Alianza, que es la mejor forma de tener un matrimonio prometedor.

Pero ¿cómo establecer esa Alianza?

Estos 5 consejos pueden ayudarte aprovechando la oportunidad de participar en el Ayuno de Daniel.

Todo lo que decidas, hazlo con tu cónyuge

Para que el Espíritu Santo viva en su unión, es necesario que toda y cualquier decisión sea tomada conjuntamente.

Ora diariamente junto con tu pareja

La mejor manera de buscar de Dios la bendición para su matrimonio es darle las manos a su cónyuge y orar. Cuando ambos buscan en Dios la dirección para su vida de pareja, con seguridad son bendecidos.

Mediten juntos en la Palabra de Dios

Igual a la oración, tener el hábito de meditar en la Santa Biblia es muy importante; buscar en las Santas Escrituras la dirección para el matrimonio es extremadamente esencial para el buen funcionamiento de la relación. En la Palabra de Dios encontramos verdaderas lecciones y aprendizajes. Aprovechen.

Ir a la Iglesia es imprescindible

Algunos creen que frecuentar una iglesia física no es importante, que en casa o en cualquier otro lugar la persona está con Dios, pero eso no es verdad. La comunión sí tiene que formar parte de la vida de las personas en donde sea que estén, pero la Iglesia es el lugar en donde aprendemos más y más de Dios y buscamos Su presencia.

Practiquen las enseñanzas

Poner en práctica todo lo que aprendiste es mucho más importante que cualquier conocimiento que tienes. Por eso, esfuércense para poner en práctica todo lo que Él ha enseñado, incluso en la vida de pareja. Y eso no solo se hace compartiendo versículos y buenas palabras en las redes sociales, sino viviéndolos diariamente.

Medita en: Si quieres el perdón de Dios, lee esto