El 75 % de los mexicanos padece fatiga por estrés laboral
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el estrés es una reacción física y mental que sufren las personas al verse sometidas a factores externos que superan su capacidad de enfrentarlos. El estrés laboral es la presión que provoca el entorno, donde la saturación física y/o mental del trabajador le genera consecuencias tanto en la salud como a nivel personal.
Según datos de esta institución, al menos 75 % de los mexicanos padecen estrés laboral, cifra que supera a países como China y Estados Unidos. Tareas monótonas, aburridas o triviales; exceso de trabajo; horarios estrictos, inflexibles o alteración en el turno; acoso o violencia; el tráfico en los trayectos; entre otras; son las principales causas de este padecimiento.
El IMSS expone que algunas de las consecuencias de sufrir estrés a nivel laboral son:
- Reducción de productividad
- Descenso en la calidad de vida
- Enfermedades físicas o mentales
- Depresión y ansiedad
- Problemas familiares
- Alcoholismo y otras adicciones
Pensando en esto, a partir del mes de octubre del presente año, entrará en vigor una norma que obliga a las empresas a identificar y prevenir factores de riesgo psicosocial— como estrés grave laboral o actos de violencia en el trabajo — entre sus empleados.
Entre las estrategias que aconseja el IMSS para mantener bajo control esta situación, están llevar a cabo técnicas de relajación, practicar algún deporte, tener una actitud positiva y, en caso necesario, buscar ayuda profesional.
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«Fui víctima de envidia y me quedé sin empleo»
Según una encuesta del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), el desempleo en México alcanzó los 1.9 millones de personas. Alicia Betancourt, pasó por este problema, tal y como ella lo cuenta. «Me sentía vacía en todos los aspectos. Sentimentalmente estaba sola; profesionalmente, a pesar de que encontraba trabajo, no duraba en ninguno. Me dedico al diseño de interiores y, por lo mismo, fui muy envidiada.
De la noche a la mañana algo pasaba con la empresa: o quebraba o me despedían sin darme explicaciones. Quería estar en un lugar estable para desarrollarme profesionalmente, pero no lo lograba», explica.
Lejos de mejorar, cada vez se sentía peor. Creía que el problema estaba en ella. «Me sentía triste. Parecía como si me faltara desempeñarme, dedicarme más.
Tiempo después, asistiendo al Templo de los Milagros por una invitación, aprendí la importancia de usar la fe en el día a día para que Dios me bendijera. Producto de esa confianza, ahora tengo una relación amorosa: me casé. En el ámbito económico, tengo un excelente puesto en mi carrera.
A pesar de eso, la bendición más grande que tengo es la Presencia de Dios. Él me guía, es mi tesoro y el que me abre las puertas. Si mi vida es próspera, es gracias a Él», finaliza Alicia.
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