Diversión

Si quiere disfrutar la diversión de este mundo, prepárese, pues el precio de la invitación es demasiado alto.

Le va a costar su identidad de hijo de Dios, sus valores y su eternidad.

Vivimos como en los días de Noé, entonces, todo es permitido, interesante y extremadamente placentero, pero para que usted viva esa diversión, tendrá que entregar todo lo que recibió de Dios.

Por lo tanto, es mejor continuar enfocado en la construcción de nuestra arca, porque los que hoy se ríen y se burlan de nuestra disciplina, podrán llorar cuando llegue la destrucción.

Entonces, ¿usted prefiere divertirse o construir para la eternidad?

Por Núbia Siqueira