Dinero y poder
son todos los que traían dinero.» (Sofonías 1:11).
Aquí Dios llama la atención de las autoridades, de las naciones y también de Su pueblo que solo piensa en enriquecer y tener poder sobre todos y, para eso, muchas veces llegan a comerciar Su Palabra. Por falta de temor y por no darle a Él la debida importancia, desprecian al Altísimo. Así también serán despreciados por Él, y destruidos, y el dinero no podrá librarlos de su Poderosa Mano.
Por Ester Bezerra
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