«Dijeron que la única solución era extirparme el seno»

«A los 35 años me detectaron un tumor en el seno derecho. El dolor era intenso, incluso al recostarme. El especialista recomendó quitarme la mama, pero busqué otras opiniones. Aunque el experto me dio la quimioterapia en pastillas, mi cuerpo la rechazó. Finalmente, de nuevo me dijeron que solo quedaba la mastectomía, pero la espera era larga. Me ofrecieron tratarme en privado, pero apenas y tenía para comer.
Desesperada, acudí a un brujo y empeoré: me salieron tumores en la espalda, tenía fuertes sangrados y los dolores eran insoportables. Sin fuerzas para trabajar, solo me quedó aferrarme a Dios. Oraba con la Biblia pidiendo por mi sanidad.
Gracias a mi hijo, conocí la Universal. Aunque débil y sin apetito, perseveré en las reuniones y, obedeciendo la Palabra de Dios, recuperé mis fuerzas, volví a comer y, al examinarme, el tumor había desaparecido. Dios me sanó.
Además, cambié mucho, antes era explosiva, peleaba con mi esposo y decía groserías. Al recibir el Espíritu Santo, mi vida se transformó: soy comprensiva con mis hijos, mi matrimonio se restauró y no nos falta nada. Cuando uno se entrega a Dios con sinceridad, vemos que para Él no hay imposibles.» -Guadalupe Colin
Casos Imposibles
¿Tienes una causa en la justicia sin solución? ¿Te han dicho que para tu situación no hay salida? ¿Los problemas que te rodean parecen imposibles de vencer?
Entonces, participa todos los sábados en la reunión del Ayuno de los Casos Imposibles. Te esperamos, especialmente a las 7:30 a. m., en el Templo de los Milagros, ubicado en Avenida Revolución núm. 253, col. Tacubaya, en la Ciudad de México. O en la Universal más cercana a tu domicilio.
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