Día de los padres: Una reflexión
Soy padre y soy hijo. Voy a dejar hablar a uno a la vez.
El padre en mí pregunta: ¿qué quiere un padre de sus hijos?
Antes de responder la pregunta, debo aclarar lo que entiendo por la palabra «padre». No considero padre solo al ser humano del sexo masculino que embarazó a una mujer en algún punto de su vida, le hizo un hijo, y después se fue a vivir su propia vida. ¿Cómo llamar a este ser? ¿Procreador? ¿Irresponsable? ¿Instrumento del mal para desordenar la sociedad? Es mejor que yo pare por aquí.
Padre es quien lo forma como persona, quien lo asume desde el momento en el que la mujer dio la noticia: «Estoy embarazada». Algunos padres, en realidad, nunca oyeron eso. Llegaron más tarde a la vida de su hijo. Se volvieron padres adoptivos. Por decisión propia, asumieron el papel que aquel ser del párrafo anterior tenía que haber cumplido. Y muchas veces son los mejores padres que existen por ahí.
Pero vamos entonces a la respuesta. ¿Qué es lo que un padre quiere de sus hijos?
Entre muchas cosas, me limito apenas a una: ser oído. Normalmente, los padres no son mucho de hablar. El hombre tiende a ser más callado por naturaleza. Un verdadero padre quiere ser oído por su hijo porque ahí es donde está el respeto, el valor de ser padre. No quiere decir que siempre estamos en lo correcto, pero la mayoría de las veces sí. Al final de cuentas, esas canas y estas arrugas no son por casualidad.
Es también lo que Dios quiere de Sus hijos:
«¡Oh, si Me hubiera oído Mi pueblo, si en Mis caminos hubiera andado Israel! En un momento habría Yo derribado a sus enemigos, y vuelto Mi mano contra sus adversarios» (Salmos 81:13-14).
Por lo tanto, usted adolescente o joven adulto, que aún está comenzando la vida, haga un buen uso de la experiencia que está disponible para usted en la persona de su padre. Quien nunca tuvo uno, daría todo para estar en su lugar. Claro que a veces tendrá que tomar sus propias decisiones (los mejores padres le enseñarán esto) e incluso en no estar de acuerdo con los consejos de su padre. Forma parte de crecer. Pero es como alguien dijo:
«El hombre inteligente aprende de sus errores. El hombre sabio, encuentra a un hombre inteligente y aprende de los errores de él».
Ahora es el turno de que el hijo en mí hable. ¿Qué es lo que un hijo quiere de su padre?
En los días de hoy, diría que lo que más necesitamos es que sea un buen ejemplo. Que nos muestre (no solo que nos diga) cómo vencer las luchas de la vida. No queremos perfección (seremos los primeros en marcar sus errores). Pero queremos carácter, ver que usted no es como cualquier hombre de por ahí. Queremos que nuestra experiencia y creencia en el ser humano sea renovada cada vez que miremos hacia su ejemplo. Y queremos, sobre todo, que usted ame y respete a nuestra madre.
Así, oírlo, qué es lo que usted más quiere de nosotros, será mucho más fácil.
comentarios