Día de las Madres, aquellas que no se rinden

Cuando todo se desmorona… ¿de dónde sacar fuerzas para no desplomarse?

Quien es madre, normalmente, desea lo mejor para sus hijos. Se esfuerza para que tengan una vida feliz y saludable; los educa para que sean personas de bien; da amor, cariño e intenta suplir sus necesidades de la manera más sublime que pueda existir. 

Sin embargo, muchos hijos se han rebelado en contra de esas valiosas enseñanzas, prefiriendo perderse en los vicios o criminalidad. También están aquellos hijos que han enfrentado enfermedades incurables y sufrido prematuramente. Así, muchas madres acaban desmoronándose y no saben cómo ayudarlos. 

Pero, no puedes resignarte a la tragedia, ni habituarte al miedo de perder a tus hijos por las malas actitudes o por una enfermedad… 

¿Ya leíste? ¿Cuál es el motivo de mi existencia?

Si eres una madre que solo ha llorado, tienes el corazón partido por la desesperación e impotencia, si tu alma grita pidiendo socorro y tus fuerzas están llegando a su fin, necesitas saber que no todo está perdido. 

Ante esto, el obispo Macedo expresa: «Ese grito no es solo suyo, él está en mi garganta también y en la de millones de personas. Pero, solo existe una manera de vencer ese miedo: buscando a Dios, el Único que venció la muerte: el Señor Jesús. No estoy hablando de religión, sino de vida, de salvar a su familia». 

Frente a los problemas, muchas madres se rinden y quizá este es tu caso. Pero Dios te hizo una guerrera y te dio la fe para que puedas volver tus lágrimas de tristeza en lágrimas de felicidad. 

Tal vez, no tienes motivos para celebrar este Día de las Madres, pero a partir de hoy, de la mano de Dios, todos los días podrían ser llenos de dicha y amor. 

También valora a tu madre espiritual

¿Sabes cuál es? Se trata de aquella que acoge a personas deprimidas, llenas de amargura, sufridas, desilusionadas y abandonadas… esta madre espiritual es la iglesia.

El 10 de mayo también es una oportunidad para apreciarla, pues cuando estábamos perdidos, fue lo que Dios, nuestro Padre espiritual, usó para llegar a cada uno de nosotros. Y en sus brazos aprendimos a desarrollar la fe.

Entonces, valora el papel que ambas han desempeñado en cada aspecto de tu vida, no solamente en este Día de las Madres, sino en los 365 días del año.

Te puede interesar: Participa en el Clamor por todas las Mamás