Desintoxicación digital: jóvenes abandonan las redes sociales para aprovechar la vida

El mundo real a la moda. Comprende los motivos que están incentivando a los consumidores a buscar experiencias fuera de ella

Las redes sociales, sin duda, tomaron un espacio considerable en la vida de las personas. Son niños, jóvenes y adultos que, simplemente, no logran mantenerse lejos de ellas. Pero, mientras muchos no pueden estar sin darle una mirada a sus notificaciones, comentar o compartir alguna publicación, otros están dejando ese universo para aprovechar la vida real.

Según un estudio realizado por la agencia de investigaciones Dentsu Aegis Network con 32 mil personas en 22 países, uno de cada cinco jóvenes de 18 a 24 años, de la Generación Z, reveló haber desactivado sus cuentas en las redes sociales. Y, uno de cada tres jóvenes afirmó haber reducido el tiempo que pasaba en línea o en el celular.

Los exusuarios relataron que los motivos para eso serían los daños que las redes sociales están causándole a la salud mental.

Huye de la manipulación

Muchos exfuncionarios de esas plataformas ya han alertado de los peligros de las redes, como Tristan Harris, exempleado de Google que dijo: «Si puedes salir de las redes sociales, sal». Estudios ya comprobaron que el uso excesivo de las redes sociales contribuye significativamente al aumento del estrés, baja autoestima, falta de productividad y atención, incremento de ansiedad e incluso depresión.

Otra investigación realizada por los economistas de la Universidad de Nueva York con 1700 personas concluyó que en el grupo de las personas que desactivaron la cuenta, quedó probado que ellas lograron aprovechar más momentos con la familia y con los amigos. Ellas también argumentaron haberse sentido menos deprimidas y ansiosas.

Es claro que hay usuarios que dependen de ese recurso, que utilizan las redes sociales para fines profesionales y la cantidad de publicaciones y el tiempo conectado son fundamentales para traer los resultados esperados.

Pero, en todo caso, es necesario que haya equilibrio. Porque, normalmente, las personas no tienen idea de la manipulación que ese universo nos impone, sacudiendo nuestras emociones, estimulando el consumo, entre otros.

Además de eso, si no hay cuidado, las redes dan una ilusión de falsa plenitud interna.

Lo que llama la atención en el hecho de que la Generación Z esté notando esto es que ella ya nació en la era del internet. Y eso, tal vez, sea un motivo para que algunos jóvenes les estén dando menos importancia a las redes que a las generaciones grandes, que presenciaron la llegada de la tecnología.

Pero, el hecho es que hay un grupo que está buscando valorar las relaciones personales, la seguridad emocional y lo palpable. El mundo real está a la moda.