Depresión en época del coronavirus

¿Cómo combatir este mal durante el aislamiento?

El mundo atraviesa un momento delicado, un hecho que, en cuestión de días, le quitó todo a la gente: la rutina diaria, el trabajo, la vida social y, principalmente, el contacto físico y afectivo. Las celebraciones, viajes, reuniones de negocios…, todo quedó para después y sin fecha definida para regresar. El futuro se ha vuelto incierto. Todavía no hay vacuna para el nuevo coronavirus y el tratamiento requiere esfuerzos. El mundo se ha convertido en un escenario angustiante para las personas.

También, con la pandemia, vino el aislamiento social, el miedo, la incertidumbre sobre el futuro, con el cambio en el ritmo de las relaciones sociales, además de la información que, en la mayoría de los casos, genera pánico. Estas son algunas de las razones que pueden conducir a las personas a trastornos como la depresión y la ansiedad.

De acuerdo con un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México, el 15 % de los mexicanos tiene depresión. Y, por lo que estima, la cifra podría aumentar porque hay personas que nunca han sido diagnosticadas y no saben que padecen dicha enfermedad.

Depresión y aislamiento: ¿qué hacer para combatir esta enfermedad?

Frente al caos en el que se encuentra el mundo, algunas actitudes pueden hacer que el aislamiento sea un momento más provechoso y aún así luchar contra la depresión que ha atormentado a muchas personas.

Hablar virtualmente con familiares y amigos; tener una buena alimentación; mantenerse ocupado con ejercicios físicos y el trabajo de oficina en casa, entre otras actividades diarias, pueden ayudar a no sentirse tan triste.

Pero, la actividad principal es permanecer en comunión con Dios. Por ello, la Universal comparte mensajes y transmite las reuniones no presenciales en vivo por medio de las páginas Facebook y YouTube del obispo Franklin Sanches y Universal México.

También se hacen transmisiones en el Facebook de Radio Omega, o en la aplicación (para descargarla, haz clic aquí).

El objetivo es mantener a las personas más cerca de Dios, ya que aún no se pueden realizar reuniones colectivas.

Por ello, además del aislamiento físico, si también estás en aislamiento espiritual, no dudes en buscar al Señor Jesús. Si crees, Él puede quitarte la tristeza y darle paz a tu corazón por medio de tu fe.

(*) La asistencia espiritual no sustituye los cuidados médicos. Será el tipo de trastorno, su origen y el modo de ser de la persona los que configurarán la manera de orientar, en cada caso.