Depresión de alto funcionamiento ¿cómo identificarla?

Pon atención a estas señales…

La depresión se puede describir como tristeza, melancolía, dolor, infelicidad y quebranto interior. Un trastorno del estado anímico que interfiere con la vida diaria y se puede prolongar de manera indefinida. Este padecimiento se presenta en personas de todas las edades.

Depresión funcional o de alto funcionamiento

De acuerdo con Valeria Sabater, experta en psicología, este tipo de trastorno permite que una persona pueda hacer frente al mundo e interactuar de manera social, pero escondiendo un vacío interior. Uno de los principales signos es la desmotivación.

Este tipo de depresión se manifiesta cuando la persona siente que está en una racha de estrés que la tiene desmotivada y harta desde varios meses atrás. Por ejemplo, un individuo que la padece logra sacar adelante su trabajo, su familia y sus pendientes por sí sola. Pero cuando está solo se siente culpable, avergonzado y tiene conflictos para darle valor a las cosas buenas que le suceden.

Lee también: ¿Parálisis del sueño o espíritus malignos?

La depresión de alto funcionamiento provoca un vacío profundo, pero la persona intenta controlarse y finge que todo está bien. Sin embargo, la realidad es muy diferente.

Si has notado que estás ansioso, irritable, apático o agotado la mayor parte del tiempo, los expertos en salud exhortan a buscar ayuda para romper con este ciclo.

¡No estás solo!

Si después de conocer los síntomas, te identificas con ellos, necesitas saber que hay una forma de ser feliz de verdad: buscando ayuda espiritual a través de la fe.

No atravieses por esta situación tú solo. En la Universal se llevan a cabo reuniones en las que, por medio de la Palabra de Dios, recibirás orientación para aprender cómo sanar tus heridas más profundas.

Consulta los horarios de las reuniones en la Universal más cercana a tu domicilio.

Sigue con: Dando gracias en todo

(*) La Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este medio, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, sin demérito de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJES DE CONSULTAR A TU MÉDICO.