Decepciones
«Aun mi íntimo amigo en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, contra mí ha levantado su calcañar» (Salmo 41:9)
Muchos de nosotros hemos tenido amigos falsos e interesados, pero esto no puede ser motivo de tropiezo para nuestra fe, pues recibimos de Dios el Espíritu de Fortaleza para enfrentar las desilusiones, pérdidas o cualquier dificultad.
Por Ester Bezerra
comentarios