«Debía 250 mil pesos y no tenía dinero para pagarlos»

«Después de culminar la licenciatura en finanzas, entré a trabajar porque tenía sueños y objetivos que quería cumplir en mi vida. Al inicio, me fue muy bien, pero de un momento a otro, la empresa en donde laboraba pasó por una crisis: los proyectos que tenían se detuvieron y, por ende, dejaron de pagarme.

De esta forma, fui acumulando una deuda de aproximadamente 250 mil pesos, entre tarjetas de crédito y la adquisición de un auto. Esto me preocupaba y me hacía sentir vacía, por eso recurría a fiestas para alcoholizarme, pero solo lograba sentirme bien por un rato. Mi vida amorosa también estaba mal: soñaba con ser feliz con alguien, pero solo recibía maltratos.

Cuando conocí el Templo de los Milagros, empecé a participar en las reuniones con frecuencia y a poner en práctica lo consejos que nos daban, basados en la Biblia; progresé en varios ámbitos. Aprendí a mostrarle mi confianza y fidelidad a Dios en diversos propósitos de fe. En primer lugar, Él llenó mi vacío y no sentí necesidad de volver a tomar.

Posteriormente, tras mucho esfuerzo, las conquistas materiales llegaron: el Señor Jesús permitió que mis ingresos fueran aumentando y así estableciera mi propia inmobiliaria, la cual es próspera. También saldé en su totalidad el monto que debía, compré una camioneta de lujo y después compré un departamento a mi gusto en la zona residencial que siempre soñé. Puedo viajar a donde quiera.

Y, para completar mi felicidad, conocí a un hombre entregado a Dios, que me ama y me respeta. Pero, la mayor bendición es haber recibido el Espíritu Santo, quien habita en mi interior.» -Vania Perea