¿Dando cuerda a la inseguridad?

Muchas mujeres la toleran como si fuera normal, pero no deberían
Si cada mujer evalúa con atención sus propios pensamientos y actitudes, podrá descubrir en sí misma signos de que la inseguridad una vez entró y se estableció dentro de ella. Debido a este sentimiento, muchas mujeres ignoran quiénes son y lo que son capaces de hacer.
Al dar cuerda a los miedos y las incertidumbres, se vuelven frágiles, comienzan a compararse con otras personas y se acobardan ante lo nuevo. Además, estas mujeres acaban sembrando, regando y cosechando desconfianza en sus relaciones por ser inseguras.
A lo largo de la lectura de la Palabra de Dios, encontramos la orientación de no buscar seguridad en las cosas de este mundo (Lucas 12:19-20), porque son pasajeras. Por otro lado, aprendemos que podemos echar nuestros miedos, inseguridades y ansiedades sobre Dios (1 Pedro 5:7) y a partir de ahí, seguir adelante sin llevar esa carga.
Espejo
Recientemente, la escritora Cristiane Cardoso señaló que las mujeres pueden sentirse inseguras consigo mismas, de su matrimonio e incluso de la fe. Y señaló que «la inseguridad agrede a Dios. Cada vez que usted es insegura, es muy vulnerable». Al tolerar la inseguridad, hay quien asume el papel de víctima o de villana. Entonces, sintiendo lástima de sí mismas, muchas mujeres cargan con un complejo de inferioridad que solo las hace sentir mal. La mujer que se siente víctima se ve disminuida y despreciada, y la que encarna a la villana empieza a ver a las personas y a las situaciones solo a través de la envidia.
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La vanidad también puede maquillar la inseguridad. «Cuando una persona es muy vanidosa, en el fondo puede ser insegura. Usted ve eso en una persona a la que le gusta ser notada, hablar más alto que los demás y que actúa porque quiere impresionar. Sin embargo, cuando la persona es segura, no quiere impresionar a nadie. Usted no necesita agradarle a nadie, porque ya está segura de sí misma, sabe quién es, se agrada y sabe que le agrada a Dios», dijo.
Ejemplo
Al comienzo del libro de 1 Reyes, la Biblia muestra a un rey Salomón aparentemente seguro de sí mismo: se hizo pariente del faraón al casarse con la princesa, construyó una casa para sí mismo y una Casa para Dios. También levantó muros alrededor Jerusalén (1 Reyes 3:1). Pero no todo lo que brilla es oro. «Lo primero que hizo Salomón fue casarse con una egipcia, porque quería impresionar y agradarle al pueblo. Esto muestra inseguridad sobre sí mismo en un intento de probar que era hombre. Salomón tenía este pequeño problema: no tenía autoconfianza, no era seguro y el ser humano es inseguro por naturaleza», observó Cristiane.
Sin embargo, en el auge de su inseguridad, Salomón finalmente fue sincero con Dios, como se ve en 1 Reyes 3:7-10:
«Y ahora, Señor Dios mío, has hecho a tu siervo rey en lugar de mi padre David, aunque soy un muchacho y no sé cómo salir ni entrar. (…) Da, pues, a tu siervo un corazón con entendimiento para juzgar a tu pueblo y para discernir entre el bien y el mal. Pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan grande? Y fue del agrado a los ojos del Señor que Salomón pidiera esto».
Al mostrar dependencia de Dios, no quedó ningún rastro de la inseguridad que Salomón llevaba en sí mismo: este es el secreto para quienes no quieren vivir rehenes de la inseguridad. «Nosotros solo desarrollamos seguridad y autoconfianza cuando comenzamos a confiar en Dios. Entregue toda su inseguridad a Él. Mientras no lo haga, la inseguridad le hará fingir ser quien no es», concluyó Cristiane.
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