Cuidado, estas 3 voces son peligrosas
Mientras vivamos y estemos en este mundo, vamos a tener batallas que son más grandes que nosotros, una de ellas son las voces. De acuerdo con lo que explicó el obispo Franklin Sanches el pasado domingo 4 de septiembre, todos, sin excepción, enfrentamos tres de ellas: la voz de la carne, del mundo y la del diablo.
«Y usted es quien tendrá que decidir qué voz escuchará: la de estos tres o la de Dios. Y su vida va a ser resultado de la voz que escuche. Un claro ejemplo fue David, antes de que él venciera a Goliat, tuvo que vencer esas voces que vinieron para persuadirlo o hacerle creer que no lograría derrotar al gigante», señaló el obispo.
Vea cómo ellas estaban presentes, pero también la manera en que David las venció.
1. La voz de la carne
«Y Eliab, su hermano mayor, oyó cuando él hablaba con los hombres; y se encendió la ira de Eliab contra David, y dijo: ¿Para qué has descendido acá? ¿Con quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la maldad de tu corazón, que has descendido para ver la batalla. Pero David respondió: ¿Qué he hecho yo ahora? ¿No fue solo una pregunta? Entonces se apartó de su lado hacia otro y preguntó lo mismo; y el pueblo respondió lo mismo que antes.» (1 Samuel 17:28-30).
De acuerdo con el obispo, el diablo siempre buscará el modo de alcanzarle, él puede usar a su hermano de sangre o un supuesto hermano de la fe para tratar de hacerle desistir. David se había dado cuenta de que todo el mundo le tenía miedo al gigante, pero él estaba dispuesto a enfrentarlo: «Así puede suceder con usted, quizá escucha a su familia decirle: “¿Para qué vas a esta iglesia? ¿Por qué vas a hacer esto? Solo pierdes tu tiempo, has tenido muchos fracasos, eres un perdedor”. Cuidado, no deje que nadie manipule su fe ni le haga pensar que usted no será capaz de vencer su problema», explicó.
2. La voz del mundo
«Entonces Saúl dijo a David: Tú no puedes ir contra este filisteo a pelear con él, porque tú eres un muchacho y él ha sido un guerrero desde su juventud.» (1 Samuel 17:33).
¿Qué es lo que el mundo les transmite a las personas? Bombas negativas: aumento de la violencia, que la economía va mal, guerras…, no hay noticias de aliento ni esperanza. «Todo es para que la persona piense que no va a poder crecer ni avance en su vida, porque pone en su cabeza que ella no puede. Vea el caso de David, el propio rey, que tenía que ser aquel que motiva, le dijo que no puede porque es joven. Y así es este mundo: uno no puede hacer algo porque es demasiado viejo o joven. Es la voz del mundo que trata de imponer sus estándares e ideas en los demás. Esa mentalidad va haciendo que las personas pierdan la fe en sí mismas, que no crean en su potencial, que no pueden ir más allá de lo que sueña. Dios nos dio algo llamado fe, y esta es personal, no dependa de la opinión ajena», agregó el obispo.
3. La voz del diablo
«El filisteo vino, y se fue acercando a David, con su escudero delante de él. Cuando el filisteo miró y vio a David, lo tuvo en poco porque era un muchacho, rubio y bien parecido. Y el filisteo dijo a David: ¿Acaso soy un perro, que vienes contra mí con palos? Y el filisteo maldijo a David por sus dioses. También dijo el filisteo a David: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las fieras del campo.» (1 Samuel 17:43-44).
¿Cuántas personas se dejan guiar por los demás cuando los juzgan por su apariencia? Todo lo que dijo Goliat son palabras de muerte. «No deje que palabras como las del gigante lo maten, usted tiene que creer. A veces hay personas que ni se miran al espejo porque de inmediato se juzgan por lo que les han dicho.
Entonces, ¿qué hacer contra todas ellas? No escuchar esas voces.
«David era rechazado por todos, incluso por su padre y hermanos. Pero Dios miró su corazón y puso en su interior Su Espíritu. La razón por la que logró vencer al gigante Goliat fue porque fue poseído por el Espíritu Santo de manera poderosa. Su victoria no comenzó cuando aventó la piedra, sino cuando recibió el Espíritu Santo. Él no escuchó la voz de nadie, solo la de Dios. Cuando usted Lo recibe, es un fuego que estará ardiendo dentro de usted.»
«Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del Señor de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has desafiado.El Señor te entregará hoy en mis manos, y yo te derribaré y te cortaré la cabeza. Y daré hoy los cadáveres del ejército de los filisteos a las aves del cielo y a las fieras de la tierra, para que toda la tierra sepa que hay Dios en Israel». (1 Samuel 17:45-46).
Vea, la persona que escucha la voz de Dios reacciona inmediatamente. No acepte ni deje que la voz del diablo le tumbe ni le contamine. Lo que venció al gigante no fue la piedra, David fue en el nombre de Jesús: «Eso le hará vencer esa situación: “en el nombre de Jesús, voy a recuperar a mi familia, voy a salir de esa deuda, voy a sanar”. No es por medio de su fuerza, capacidad, condición, sino por su fe en el nombre del Señor de los Ejércitos. Él quiere pelear sus batallas, pero es necesario que le dé toda su vida y le diga: “Dios, ahora entiendo por qué necesito el Espíritu Santo”», finalizó.
Lee también: La separación que le hace sufrir
comentarios