Cuando TikTok deja de ser divertido

En los tiempos en los que vivimos es común que desde niños hasta adultos pasen cierto tiempo del día en las redes sociales. Hay quienes incluso lo primero que hacen al despertar es revisarlas.

Según datos de la agencia de mercadotecnia We are Social, «El número de usuarios de las redes sociales ahora equivale a más del 58 % de la población total del mundo.». Y hasta 2020, TikTok contaba, tan solo en México, con 35 millones de usuarios.

¿Qué lo hace tan adictivo?

Hacer scrolling o deslizar la pantalla genera cierta tensión en las personas ante la expectativa o la idea de estar acercándose a algo nuevo, o bien, de estarse perdiendo algo. Los nuevos diseños de las aplicaciones facilitan el consumo de más información en menos tiempo, principalmente ofrecen cientos de videos de los más variados temas. El algoritmo de TikTok detecta en qué temáticas pasa más tiempo la persona y es justamente sobre eso y sobre temas relacionados que la plataforma te muestra contenido.

Dopaje mental

Al robar completamente la atención de los usuarios, mediante videos cortos que duran en su mayoría menos de un minuto y se reproducen uno tras otro sin parar (scroll), los usuarios entran en una especie de estado zombie. Es decir, la persona ya no está viendo un contenido en específico, solo permanece en la aplicación sin realmente analizar lo que está viendo. Por lo tanto, la mayoría del tiempo la persona no es consciente del contenido que mira.

Esta es una de las consecuencias de las redes sociales, principalmente de TikTok: la falta de atención y retención de información. Esto, a su vez, genera las condiciones propicias para desarrollar distintos padecimientos mentales como ansiedad, depresión, insomnio.

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El uso continuo y sin restricciones de esta e incluso de otras aplicaciones como Instagram van generando problemas en los usuarios. Muchos terminan procrastinando en su trabajo o estudios, modifican sus hábitos de sueño y alimentación, y poco a poco van teniendo problemas como complejos de inferioridad, miedos, deseos de suicidio, etc., estas consecuencias están vinculadas tanto al contenido que miran como a las alteraciones de sus hábitos cotidianos.

Si bien muchos usan las redes sociales como escape de su vida real, este escape resulta ser un factor estresante más en la vida de cada uno de los usuarios, principalmente de los más jóvenes.

Saliendo del círculo vicioso

Lo ideal sería estar activos lo menos posible en las redes sociales, o por lo menos solo ver un video cada cierto tiempo, pero sabemos que para muchos tampoco es tarea fácil. Al respecto, un artículo de la Revista de Negocios de la Universidad de Harvard (Harvard Business Review), nos brinda consejos sencillos:

«Hay innumerables estrategias que pueden ayudarte a romper el ciclo: Puedes utilizar un temporizador de redes sociales que te indique que debes hacer una pausa después de cierto tiempo, mantener una nota adhesiva en tu escritorio con una nota para evitar ver demasiados vídeos seguidos, o incluso simplemente recordarte conscientemente que debes consumir diferentes tipos de contenido».

Recientemente, el propio TikTok actualizó su aplicación con una nueva opción que intenta evitar que te pierdas dentro del mar de vídeos adictivos. Esta nueva característica permite al usuario llevar un control del tiempo que pasa viendo videos y en qué horarios, así como diferentes estadísticas, junto con un recordatorio cuando ya llevas un tiempo considerable usándola.

Si tienes depresión y/o te identificaste con lo descrito arriba, te invitamos a participar en la reunión Vida a Colores, todos los domingos 3 p. m., en el Templo de los Milagros: Av. Revolución núm. 253, en la colonia Tacubaya, CDMX. Por tu fe podrás superar la depresión.

También puedes consultar el horario de la reunión en la Universal más cercana a tu domicilio.

(*) La asistencia espiritual no sustituye los cuidados médicos. Será el tipo de trastorno, su origen y el modo de ser de la persona los que configurarán la manera de orientar, en cada caso.

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