«Cuando estaba sola en las noches, algo me acariciaba» 

«Esto hizo que me comportara delante de los demás de forma extraña. Pasé a ser vista como alguien recluida, asocial, que no quería tener amistades, que no entablaba comunicación con nadie, porque internamente era atormentada y era muy difícil abrirme con los demás», relató Alejandra Morales, cuya experiencia llena de tormentos comenzó desde que tenía 8 años de edad. 

«Cómo imaginarme decirle a alguien más que, cuando estaba sola en las noches, algo me acariciaba, me tocaba el pelo o los brazos. ¡Realmente era como si fuera una persona real! Sin embargo, al observar, físicamente no había nadie, pero esa presencia estaba ahí. Ni hablar de que escuchaba voces que me decían que tenía que irme con ellos a su mundo porque yo no pertenecía al plano terrenal. 

Sabía muy bien que, si yo contaba sobre esto, iban a pensar que era rara. Aunque mi familia tenía idea de lo que me sucedía, de igual modo no confiaba en nadie: mi interacción con mis seres queridos era muy mala, hasta me distanciaba de ellos.» 

Pero al enterarse de la reunión de Viernes de Liberación Espiritual en la Universal, venció el miedo y decidió ir: «Desde que llegué a ese lugar, me sentí con calma. Y fue por medio de la fe y mi entrega a Dios que logré ir venciendo esos tormentos que tenía. Tener un encuentro con Él fue lo que marcó mi vida completamente. Hoy en día ya no tengo ese sufrimiento, además, recibí la paz total que nunca había encontrado. Incluso soy otra mujer.» – Alejandra Morales 

Viernes de Liberación Espiritual

No existe otra manera para mantenerse protegido, la única opción es estar bajo el cuidado y protección de Dios. Quienes no tienen la armadura del Altísimo están propensos y vulnerables a cualquier ataque.

Y a quienes quieren contar con esta protección, y liberarse de la presencia del mal en sus vidas, les hacemos una invitación muy especial: cada semana se lleva a cabo la reunión de Viernes de Liberación Espiritual, un encuentro en donde podrán orientarte sobre tu caso y, por medio de tu fe, recibir la armadura de Dios.

Te esperamos, especialmente a las 3 p. m. y 7 p. m., en Avenida Revolución núm. 253, col. Tacubaya, alcaldía Miguel Hidalgo, CDMX. O en la Universal más cercana a tu hogar.

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