Cuando el 1% anula el 99%

¿Usted se ha limitado para Dios? ¿Ha entregado todo menos aquel 1%?

Muchas personas creen que pueden ser parcialmente “cristianas”. Pueden abandonar algunos errores, pero continúan con otros. Pueden recibir el Espíritu Santo, pero continúan con los pensamientos de la “vieja criatura”.

No hay manera. Porque el Espíritu Santo y la naturaleza humana son fuerzas opuestas. Es como querer mezclar el agua y el aceite.

Por lo tanto, es necesario comprender que Jesucristo exige la total entrega de nuestra vida. De lo contrario, no abriremos espacio para que Él nos guíe.

Asimismo, Dios no se escatimó por nosotros. Para liberarnos del pecado y de la condenación en el infierno, fue necesario que el sacrificio en la cruz ocurriera.

Para el Dios Hijo eso costó convertirse en pecado en favor de la humanidad. Y para el Dios Padre, le costó entregar a Su Hijo Amado.

La Biblia dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).

Entonces, ¿cómo podemos guardar aquel 1%?

Entregar el 99% no es suficiente.

Ayuno de Daniel

Desde el 22 de septiembre hasta el 13 de octubre, se lleva a cabo el propósito del Ayuno de Daniel.

Si usted desea este avivamiento espiritual, participe en las reuniones que se llevan a cabo en el Templo de los Milagros, en Av. Revolución núm. 253, Col. Tacubaya, o en la Universal más cercana a su domicilio.