¿Cuál es la mayor gloria que una persona puede tener?

¿Cuál es la mayor gloria que una persona puede tener? El obispo Edir Macedo explica que Dios le reveló la respuesta al profeta Jeremías, como está escrito en las Sagradas Escrituras:

«Así dijo el Señor: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy el Señor, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice el Señor.» (Jeremías 9:23-24).

El obispo reforzó que muchas personas llegan a la iglesia en búsqueda de una respuesta para sus problemas, como el desempleo, las deudas, peleas familiares, enfermedades, etcétera. Y lo que Dios tiene para decir es que antes de buscar la solución para esos problemas, Él quiere que ellas Lo conozcan.

«Esa es la mayor gloria del hombre; no es el dinero, la sabiduría, la capacidad; la mayor gloria que el hombre puede tener en la vida es conocer al SEÑOR, y eso es lo que Él quiere para usted, porque si usted Lo conoce, dejará de ser lo que ha sido hasta hoy, para ser una nueva criatura», explicó.

Pero ¿cómo eso es posible? El obispo aclaró que, por sí solo, el ser humano no es capaz de conocer a Dios. Muchos lo conocen por información, historias, pero no por experiencia personal. Por eso, el Altísimo es quien Se revela para la persona. Sin embargo, él resaltó que eso solo sucede cuando, aún ante tantos problemas, la persona reconoce que el mayor de todos ellos es el hecho de que ella no conozca a Dios.

«Él no quiere que usted tenga más información con respecto a Él; Él quiere revelarse para usted, y las personas que tienen sed de conocerlo serán saciadas».

Primero el Reino de Dios

El obispo también explicó que Dios espera que haya esa prioridad de conocerlo, no porque Él no sepa de los problemas que las personas cargan, sino porque Él quiere darles mucho más de lo que ellas necesitan.

«Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.» (Mateo 6:33).

«Cuando usted entra al reino de Dios es como si entrara delante del trono del Altísimo. Usted toma posesión de todo lo que es del Rey», señaló.

Y, para entrar a este reino, es necesario buscar el arrepentimiento, y renunciar a todo lo que el mundo ofrece. «Si usted quiere entrar al reino de Dios, tiene que darle la espalda a esa vida y empezar a vivir en la justicia y hacer lo correcto», enseñó.

Conciencia limpia

Con esa actitud sacrificial, la persona empieza a tener fuerza, pues esta proviene de una conciencia limpia. «Viviendo en lo que es correcto, haciendo lo que es justo, usted camina con la cabeza en alto, no tiene miedo de enfrentar al diablo. Ahora, si usted es culpable, va a estarse escondiendo. Todas las personas que viven en el pecado tienen miedo, viven asustadas, le tienen pavor al mañana, porque el diablo hace que tengan duda, miedo, y cuando ellas tienen miedo, son débiles, frágiles», advirtió el obispo.