Cristal: la tercera droga con más impacto

Las autoridades registraron un aumento del uso de este producto en adolescentes

El cristal es una variante de la metanfetamina que, a su vez, proviene de las anfetaminas. Se le conoce como cristal por su aspecto, pues parece un vidrio transparente o azul brillante, pero está conformada por un polvo blanco y cristalino, que no tiene olor y es soluble en agua.

Incluso, dependiendo de la región en la que se distribuya, cambia de nombre; algunos la llaman vidrio, cristina, tina o batú. Sin embargo, para su distribución, los fabricantes sintetizan el cristal usando productos que son muy nocivos para la salud: ácido de baterías, limpiadores, anticongelante de autos, entre otras.

Asimismo, esta droga se consume de diferentes formas, inhalada, inyectada o fumada. La sustancia viaja por la sangre, llega al cerebro y ocasiona un «placer», por lo que es altamente adictiva. Cuando es inyectada, la sensación suele duplicarse.

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Algunos de los efectos son el insomnio, demencia, pérdida de la memoria, agresión, delirios de persecución y comportamiento psicótico. Los especialistas también afirman que, a largo plazo, destruye relaciones familiares y perjudica el ámbito escolar y laboral de quien lo consume.

2 de cada 100 logran salir

De acuerdo con Emiliano Carrillo Esquivias, director de área de adicciones de Psyque IAP, tan solo en el estado de Querétaro, se ha registrado un aumento en el consumo del cristal en adolescentes de 12 a 17 años. Por lo tanto, es la tercera droga de impacto, seguido del alcohol y el tabaco. Asimismo, señalan que 27 % de las atenciones psicológicas brindadas en ese centro de rehabilitación son por consumidores de cristal.

«De 100 personas que la consumen, solo 2 logran salir en su totalidad del consumo», afirma Carrillo. Agrega que «las sustancias que tiene (acetona, gasolina blanca, ácido de batería, fósforo, litio y amoniaco) la hacen más adictivas de lo normal».

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(*) La Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este sitio web, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, en demérito de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJES DE CONSULTAR A TU MÉDICO.

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