Conviértase al Señor
«Abandone el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase al Señor, que tendrá de él compasión, al Dios nuestro, que será amplio en perdonar» (Isaías 55:7).
Si el hombre abandona el pecado y se libera de los malos pensamientos, permaneciendo en esta fe, encontrará en el Gran Perdonador la justificación para la vida eterna en el cielo.
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