¿Consumes la cantidad de agua suficiente?
El líquido ayuda a adelgazar, mejora la piel, estimula la función renal, líquido contribuye en el combate a las infecciones urinarias, auxilia en la digestión y hace una verdadera desintoxicación en el organismo
Si deseas tener más salud y bienestar, empieza por lo más simple: bebe agua. Exactamente eso. El agua es un elemento fundamental para todos los procesos del cuerpo, como explica la nutrióloga Juliana da Mata. «El agua es indispensable para la absorción de vitaminas y minerales, para la digestión y para la excreción. Ayuda en el proceso de adelgazamiento, combate la retención de líquidos, deja la piel más lozana y bonita, controla el apetito, estimula la función renal y es importante en el tratamiento de infecciones urinarias», destaca la especialista.
El agua también ayuda a hacer el famoso «detox» del organismo. «Muchas personas buscan jugos y alimentos
agua cuando sienten sed, pero esa es una señal de que el cuerpo está necesitando mucho este líquido. Lo ideal es tomar agua antes de sentir sed. A veces, la persona siente hambre incluso después de comer, pero, en realidad, el cuerpo está necesitando agua», advierte.
¿Existe la cantidad ideal?
Juliana explica que la cantidad para desintoxicar el cuerpo, pero no hay nada mejor que el agua para hacer esa limpieza. Ayuda a limpiar la grasa, que se va a través de la orina. Es claro que necesitamos contribuir para ese proceso, comiendo de forma equilibrada y practicando actividad física».
No obstante, para beneficiarse del agua, es importante consumir el líquido durante todo el día. «Algunas personas solo beben recomendada de ingestión diaria de agua puede variar de persona en persona, pero consumir 1.5 litros al día es un buen parámetro. «La recomendación es consumir de 30 a 35 mililitros por cada kilo del peso corporal. Por lo tanto, una persona con 50 kg puede consumir una cantidad menor que una persona con obesidad. Si la persona tiene sobrepeso u obesidad, puede ser que necesite 3 litros de agua al día».
Hay situaciones de la cotidianidad o momentos de la vida en los que es necesario consumir más agua de lo que la persona está acostumbrada. «Las mujeres que están amamantando necesitan beber más agua. Al hacer actividad física también debemos beber más agua. Si la persona está lastimada o sufrió accidentes, el consumo debe aumentar. El agua ayuda a evitar la deshidratación en casos de diarrea y fiebre y es fundamental para quien está ingiriendo más fibra en la alimentación», agrega.
Tés y bebidas azucaradas
El consumo de tés y otras bebidas requiere algunos cuidados. «Para hidratarse, lo ideal es el agua. Los tés y refrescos cuentan como líquido, pero debe tener cuidado para no repetir el mismo té, pues este puede generar un efecto colateral y algunos causan insomnio. Además de eso, los jugos y el agua de coco tienen calorías. Otro consejo es jamás cambiar el agua por el refresco», aconseja, agregando que algunos alimentos también le proporcionan agua al organismo.
Cuida el templo del Espíritu Santo
Lamentablemente, las personas olvidan el siguiente versículo:
«¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?» (1 Corintios 6:19).
Y, de esa manera, dejan de cuidar su salud física. Tanto la alimentación como las actividades físicas son importantes para mantener el cuerpo saludable. Eso también es una forma de honrar a Dios y, consecuentemente, mostrar un celo por Su creación.
Una alimentación equilibrada es el principio de la salud. Y, para quien piensa que es fácil, se engaña. Lamentablemente, los alimentos más calóricos y nocivos para la salud son los más atractivos tanto para la visión, el olfato y el paladar.
El sedentarismo y la mala alimentación perjudican lo que debería ser el Templo del Espíritu Santo. Es decir: nuestro cuerpo.
Todo lo que es bueno, saludable y produce buenos frutos para la vida humana exige fidelidad y disciplina. Sin embargo, todo lo que se hace con despreocupación, desconsideración y poca voluntad, termina produciendo lo que es malo y nocivo. Esto es tanto para tu cuerpo (el sedentarismo y la mala alimentación provocan exceso de peso y obesidad, acarreando enfermedades que le impiden disfrutar la vida en su totalidad, muchas veces, disfrutándola), como para tu espíritu (la infidelidad para con Dios puede terminar en la muerte espiritual).
Si has tenido dificultades para desarrollar una rutina saludable y cuidar tu cuerpo, consulta a un especialista y persevera tanto física como espiritualmente. Con respecto al ámbito espiritual, si tienes dudas, acude al Templo de los Milagros, en Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya, CDMX. Consulta en la Universal más cercana a tu domicilio.
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