«Con tantos problemas todo parecía imposible»

«La muerte de mi esposo, la pérdida de nuestra casa y el robo de dos autos fueron puntos de quiebre. Además, sufría noches de tormento, «se me subía el muerto» y despertaba con moretones inexplicables.
Asimismo, mi hija padecía asma severa y requería nebulizaciones constantes, e intentó quitarse la vida; por mi parte, yo enfrentaba dermatitis atópica que inflamaba mi piel con el más mínimo contacto. Sin empleo ni recursos, terminamos en la calle, dependiendo del techo que mis padres nos ofrecieron.
En medio de esa crisis, llegué a la Universal. Ahí fui conociendo la Palabra de Dios y, poco a poco, comencé a entenderla y obedecerla. El cambio no fue inmediato, pero Dios empezó a actuar. Me abrió puertas de trabajos que me permitieron estudiar y mantener a mi hija; y nos sanó. Logré comprar un terreno y empecé a construir nuestra casa.
Pero recibir Su Espíritu transformó todo: cambió mi carácter, moderó mi lenguaje, eliminó mis inseguridades y acabó con los tormentos que sufrí durante años. Aunque mi caso parecía imposible, todo cambió cuando aprendí a usar mi fe en Dios.» -María Aguilar
Casos Imposibles
¿Tienes una causa en la justicia sin solución? ¿Te han dicho que para tu situación no hay salida? ¿Los problemas que te rodean parecen imposibles de vencer?
Entonces, participa todos los sábados en la reunión del Ayuno de los Casos Imposibles. Te esperamos, especialmente a las 7:30 a. m., en el Templo de los Milagros, ubicado en Avenida Revolución núm. 253, col. Tacubaya, en la Ciudad de México. O en la Universal más cercana a tu domicilio.
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