¿Cómo has gastado tu tiempo?

El tiempo es un recurso valioso y no renovable. Pero, lamentablemente, hay quienes solo notan este hecho cuando ya pasaron muchos años. Entonces, la persona mira atrás y nota cuánto periodo gastó con actividades y relaciones que no llegaron a ningún lugar.

Es por eso que, en la Biblia, el Señor Jesús dijo: «Y si tu mano o tu pie te es ocasión de pecar, córtatelo y échalo de ti; te es mejor entrar en la vida manco o cojo, que teniendo dos manos y dos pies, ser echado en el fuego eterno» (Mateo 18:8).

«Él no solo está diciendo que nosotros tenemos que cortar lo que nos está haciendo daño, sino también arrojarlo lejos y mantener distancia de lo que está intentando hacernos tropezar», señaló el obispo Renato Cardoso.

Desperdicio de tiempo

El obispo agregó que, solo para ejemplificar, ese desperdicio de tiempo ocurre en las relaciones interpersonales: «A veces, usted tiene una persona que le agrada mucho en su círculo de amistades, ustedes crecieron juntos, pero, esta persona no está siguiendo la misma dirección que usted. Y termina intentando pasarle a usted cosas que se oponen a su fe. Y por no querer hacer enojar a esa amistad, la tolera y no le da fin. Entonces, termina siendo influenciado por esa amistad», alertó.

Lo mismo sirve para otras áreas de la vida. Un ejemplo es cuando la persona gasta su tiempo con entretenimiento de manera descontrolada.

«Son cosas que le están robando su valioso tiempo, que nunca va a regresar. Usted deja de hacer cosas más importantes y constructivas para mantenerse “dopado” por el entretenimiento, que es una forma de embriaguez», agregó.

De ese modo, podemos notar que muchas cosas pueden distanciarnos de la presencia de Dios, de momentos con la familia o de otra actividad que realmente valga la pena. En consecuencia, la persona no usa el tiempo para orar y meditar en la Biblia, involucrándose con contenido que proviene del Cielo, por ejemplo. O conviviendo con los hijos y su pareja.

«Hay muchas cosas que sobran, que se están acumulando en su vida, que solo están haciendo peso, haciéndole tropezar. Es como si usted estuviera intentando correr y tuviera un ropero en la espalda. ¿Cómo va a correr lleno de equipaje sobre su cuerpo?», preguntó el obispo.

Por consiguiente, si los atletas se dedican por un premio «simple» como un trofeo o una medalla, ¿qué decir de aquellos que participan en la carrera por la vida y la salvación eterna?

Tiempo de calidad

Por lo tanto, haz una autoevaluación sobre cómo has gastado los valiosos días de tu vida y cambia lo que está mal mientras hay tiempo.

Participa en una de las reuniones que se llevan a cabo en el Templo de los Milagros, Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya, CDMX. O bien, acude a la Universal más cercana a tu domicilio.