¿Cómo hacer un ayuno de alimentos?

Aprende a llamar la atención de Dios por medio del ayuno

Si muchos cristianos, miembros antiguos de la iglesia, aún tienen dudas de la manera correcta de hacer un ayuno de alimentos, mucho más los recién convertidos, que están dando los primeros pasos en la fe, ¿no es así?

Entonces, para ayudarlos a ellos y a todos los que quieran fortalecerse espiritualmente, por medio del ayuno, es importante saber cómo hacer un ayuno que agrada y llama la atención de Dios.

El ejemplo de Daniel

Siguiendo el ejemplo de Daniel, cuando fue llevado con sus amigos Sadrac, Mesac y Abed-Nego, al palacio a fin de servir al rey de Babilonia, se propusieron a hacer un ayuno. Daniel no quería desagradar a Dios, por eso, decidió que no se contaminaría con los manjares del rey.

«Se propuso Daniel en su corazón no contaminarse con los manjares del rey ni con el vino que él bebía, y pidió al jefe de los oficiales que le permitiera no contaminarse.» (Daniel 1:8).

Renunciar a favor de algo mayor

Con certeza, renunciar a la comida del Palacio, la misma que le era servida al rey, y que sin duda eran los platos más sofisticados y apetitosos, fue un sacrificio muy grande para Daniel y sus amigos. Principalmente, porque ellos habían pasado días caminando para llegar a Babilonia. Por lo tanto, ¡ellos estaban hambrientos! Pero Daniel renunció porque él quería honrar a Dios.

«A estos cuatro jóvenes Dios les dio conocimiento e inteligencia en toda clase de literatura y sabiduría; además Daniel entendía toda clase de visiones y sueños.» (Daniel 1:17).

A través de este versículo se puede ver lo que ellos recibieron de Dios. Pero no se profundizará en ello, sino en el sacrificio que hicieron. ¿Cuántas veces sintieron ganas de comer aquellos manjares que venían de parte del rey? ¿Cuántas veces sintieron el olor de aquella comida que, con seguridad, era deliciosa? Pero ellos renunciaron a eso para alcanzar un bien mayor que provenía de Dios.

¿Cómo hacer un ayuno para agradar a Dios?

Define el tiempo de ayuno y a qué vas a renunciar. No importa el tiempo, si serán 3, 12, 18 o 24 horas, es entre tú y Dios. Es tu decisión a qué quieres renunciar. Puede ser el desayuno, el almuerzo o cualquier otra comida.

No es necesario estar aislado todo el tiempo. Continúa haciendo tu trabajo, lo tienes que hacer, pero en espíritu, con los pensamientos enfocados en Dios.

Todas las veces que venga ese deseo de comer algo, ofrécele ese deseo a Dios. Cada deseo que venga, cada voluntad que tengas, cada olor que sientas de la comida, eleva tus pensamientos a Dios y di: «Dios, te ofrezco esto. Estoy renunciando a mi voluntad por Ti, porque deseo mucho agradarte, ¡honrarte! Y es por eso que estoy haciendo este ayuno».

No les digas a las personas que estás en ayuno. Es algo entre tú y Dios. Si alguien te ofrece algo, solo di: «No, gracias. Estoy satisfecho».

Físicamente, puedes sentirte un poco débil, pero espiritualmente estarás más fuerte. Piensa en el sacrificio que Daniel hizo y en lo que él logró de Dios.

Por lo tanto, son muchos los beneficios del ayuno. Además de mover las manos de Dios a tu favor, te fortalecerá espiritualmente para que así puedas vencer tu carne, las tentaciones y el mundo.

Ayuno de Daniel

El Ayuno de Daniel es otro tipo de ayuno, en el cual, durante 21 días renunciamos a todo lo que nos distancia de Dios y contamina nuestra vida espiritual, como: noticias seculares, redes sociales y entretenimiento, para, en ese periodo, dedicarle nuestra vida totalmente a Dios.

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