¿Cómo enfrentar una enfermedad en familia?
Una enfermedad no solo afecta al paciente, también a los seres más allegados. De acuerdo con Miguel A. Fernández, especialista en Medicina Familiar, el impacto de una enfermedad puede variar dependiendo de la etapa y momento de la familia, y del miembro al que le ocurra.
Lo mismo sucede cuando una persona se encuentra hospitalizada, pues se estima que los familiares pueden pasar hasta 10 años en una institución médica para cuidar y atender a sus parientes, dependiendo de la enfermedad que estos padezcan. A su vez, esto puede propiciar la decadencia financiera en el hogar.
«Un padecimiento puede considerarse como una crisis, debido a la capacidad que tiene para desorganizar un sistema familiar, al igual que pudiera hacerlo una separación, la pérdida de un miembro, el nacimiento de un primer hijo…», explica Fernández.
Para afrontar de manera correcta un padecimiento, Patrizia Bressanello, psicóloga, aconseja: «Además de buscar asesoramiento, los familiares deben mantener la comunicación con el paciente, saber qué piensa y siente, así como entender que habrá días que animarlo no será suficiente».
Una opción que el Templo de los Milagros brinda es la reunión a favor de la sanidad, donde los pacientes que tengan la condición, o bien sus familiares, pueden asistir para encontrar el alivio de sus padecimientos, por medio de la fe. Allí se hacen oraciones que, aunado a su tratamiento, pueden detonar un milagro.
«Tenía siete tumores, debían operarme, y podría haber secuelas»
«En los quince años que tuvimos de sufrimiento, pasamos por problemas espirituales, económicos, familiares y de salud. En este último, los análisis a los que me sometían no mostraban qué tenía hasta que un doctor me detectó nódulos en la garganta, ¡era cáncer de tiroides! Después, me hicieron una biopsia donde detectaron siete tumores de diferentes tamaños y debían operarme.
Uno de ellos, que era el más grande, estaba pegado a la columna vertebral, la cirugía fue riesgosa y podía tener secuelas que, afortunadamente, no tuve. Sin embargo, después de ser operada, el cáncer seguía en mi esternón y, por lo mismo, continué con tratamientos difíciles y costosos. Esto me deprimió…
Toqué muchas puertas, pero solo encontré la solución obedeciendo la Palabra de Dios cuando llegué a la Universal. Con el tiempo, sané de cada una de las enfermedades. Más adelante, los tormentos espirituales y la depresión se fueron. No fue fácil, pero seguimos las orientaciones que nos daban y así, también nos levantamos económicamente, mi familia se restauró.» -Delia Menduet
Reunión de Sanidad
Martes en Av. Revolución # 253, Tacubaya
a las son 7:30 a. m., 10 a. m., 12 p. m., 4 p. m., y 7 p. m. y
en todas las Universal
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