Cómo daña a tu salud una mala economía

Semanal o quincenalmente, recibes un dinero que, después de algunos días, se esfuma: la renta, los servicios de la casa, la despensa y tantos gastos lo absorben al punto de quedarte con lo justo para librar la quincena.

De acuerdo con un informe de la American Psychological Association, las malas finanzas tienen repercusiones en la salud mental. La ansiedad, depresión y estrés que las personas con problemas económicos suelen sentir, aumentan la posibilidad de que abusen en la ingesta de alcohol y drogas, tengan una mala alimentación, y de esta manera sufran daños físicos.

Si bien a algunas personas su salario no les es suficiente, la cartera de otras se ve afectada por las malas decisiones y por no saber administrarse. Según una encuesta de Inclusión Financiera, el 60 % de las mujeres y el 67 % de los hombres no saben cuáles son sus ingresos y egresos, así como 2 de cada 3 mexicanos no saben comparar precios al realizar alguna adquisición.

Para tener una economía sana:

• Examina otras posibilidades de ingreso, como haciendo uso de alguna habilidad que tengas

• Elimina todo gasto innecesario

• Prioriza el ahorro

Sus negocios son prósperos

«A pesar de que teníamos un negocio y había ingresos, el dinero se nos esfumaba, ¡había muchas pérdidas! Esto provocó que, poco a poco, nos endeudáramos por casi 200 mil pesos. A raíz de que llegamos al Templo de los Milagros y de que participamos en el Congreso para el Éxito, nuestra visión se amplió: el negocio, que era muy pequeño, lo expandimos y ahora tenemos dos locales. Así, los ingresos aumentaron y pudimos saldar la deuda. Cada lunes que venimos, recibimos una nueva dirección para seguir progresando. De nada sirve trabajar arduamente, si no se tiene un pacto con Dios. ¡De Él provienen las grandes conquistas!» -Beatriz Muñoz

«A pesar de ser estilista, estaba endeudada y sin dinero, tuve que vivir con mis padres para que me ayudaran. A cambio, les hacía la limpieza de la casa. Después, intenté cambiar mi situación lavando ropa ajena, pero era demasiado trabajo para volver a casa con $70.

Buscaba empleo, solo que nadie me daba una oportunidad. Supe del Congreso para el Éxito y quise asistir. Mi fe y mi visión despertaron.

Al poco tiempo, pude trabajar en un lugar para ganar dinero y poner mi propio negocio. Además, arreglé un terreno para construir tres locales y un departamento, los cuales rento. Ahora solo dependo de Dios.» -Margarita Rodríguez

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