Cómo afecta una infidelidad a tu salud

Un reciente estudio elaborado en la Universidad de Nevada, señala que el ser engañado por la pareja puede tener efectos vinculados a la depresión y la ansiedad. También menciona que puede conducir a comportamientos arriesgados como comenzar a tener multitud de relaciones sin control y precaución alguna, así como caer en el abuso de consumo de alcohol u otras sustancias.

La autora del estudio, M. Rosie Shrout, declaró: «también hemos encontrado que muchas de estas personas acaban sintiéndose culpables de haber sido engañadas por sus parejas, lo que puede explicar que terminen poniendo en riesgo su salud con comportamientos arriesgados».

Sufrir un engaño de este tipo lleva a conductas que pueden comprometer la salud física, como comer demasiado o no alimentarse en absoluto. También se detectó que muchos optaban por hacer demasiado ejercicio sin control médico alguno.

Por otro lado, añade que los efectos de una infidelidad suelen ser peores en las mujeres que en los hombres y se comprobó que el comportamiento autodestructivo se daba casi de igual manera, tanto si esas personas continuaban o no la relación con las personas que les habían engañado.

«Su infidelidad acabó con mi vida»

«Uno de los golpes más duros que viví fue el abandono de mi pareja. Después de una relación larga y tras siete meses de embarazo, él me dijo en una llamada telefónica que no quería estar conmigo porque estaba con otra persona e iba a rehacer su vida con ella. Su infidelidad me pegó en lo más profundo, era un dolor en el alma que no se quitaba con nada.

Tenía tres negocios, pero los descuidé, me quedé endeudada y sin ganas de salir adelante. Para mí todo dejó de tener sentido. Me sentía hundida, sin fuerzas para retomar mi vida; pensé que jamás saldría de la depresión.

Cuando creí que ya todo estaba perdido para mí, me hablaron del Dios que se predica en el Templo de los Milagros y quise probar esta fe para ver si me sacaban la tristeza que me embargaba. Fue increíble, en la oración pude quitar de mí todo ese dolor, hablé con Dios, pedí su ayuda y Él me sanó.

Tiempo después participé en la Terapia el Amor, ahí aprendí a amarme a mí misma a cuidarme y una vez que estuve lista, Dios puso en mi camino al hombre correcto. Ahora tengo una relación con un hombre que me es fiel, me ama, me respeta; incluso nos casamos. Sí existe el amor verdadero y en la Terapia del Amor supe cómo encontrarlo.» – Lorena Chanes