Autolesiones: 14 % de los jóvenes se mutilan

Las autolesiones son el acto de dañarse el cuerpo, como cortarse, golpearse o quemarse. Por lo general, la intensión no es suicida. Según explica la Clínica Mayo, se trata de una «forma dañina de enfrentar el dolor emocional, la ira intensa y la frustración».

Las causas suelen ser ocasionadas por dos factores principales:

1. Sentir incapacidad para enfrentar desafíos o determinadas situaciones psicológicas de manera saludable.
2. Dificultad para enfrentar, expresar, regular o comprender sus propias emociones.

«La mezcla de emociones que desencadenan la autolesión es compleja. Por ejemplo, pueden manifestarse sentimientos de inutilidad, soledad, pánico, enojo, culpa, rechazo, odio a sí mismo o sexualidad confusa», agregó.

En resumen, quienes se automutilan tratan de externar su interior o castigarse por lo que sienten. Esto con el fin de tener una «sensación de calma momentánea y de liberación de tensión, generalmente. Luego de que se lleva a cabo, aparecen la culpa y la vergüenza, y regresan las emociones dolorosas», explica la clínica.

Otros factores que pueden incrementar el riesgo de llevar a cabo este acto es la influencia de amigos que se autolesionan, vivir momentos traumáticos y negligencia por parte de familiares, aislamiento social, problemas de salud mental y abuso de alcohol y drogas.

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¿Quiénes son víctimas de las autolesiones?

Aunque no hay un estudio reciente, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estima que el 14 % de los adolescentes y niños se autolesionan. Pero esta cifra puede ser mayor porque quienes llevan a cabo esta práctica tratan de ocultarlo.

Por lo general, los adolescentes y adultos jóvenes son quienes más se autolesionan. Pero eso no exenta a otros rangos de edad.

¿Cuáles son los síntomas?

• Heridas o cicatrices en patrones
• Cortes, moretones, marcas de mordeduras y quemaduras
• Tener objetos afilados al alcance
• Usar mangas y pantalones largos, aunque haga calor
• Acudir continuamente al médico por «lesiones accidentales»
• Inestabilidad emocional y declarar impotencia

Es importante acudir al médico para sanar las heridas. La práctica puede traer como consecuencia infecciones, empeorar los sentimientos, provocar desfiguraciones u ocasionarse una herida mortal.

Por otro lado, para enfrentar adecuadamente esta condición, los expertos de la Clínica Mayo orientan al usuario a hablar con alguien de confianza. Puede ser «un amigo, un ser querido, un líder espiritual, o un asesor escolar, un enfermero o un profesor, que te pueda ayudar a dar los primeros pasos para alcanzar el éxito en el tratamiento. Si bien puedes sentirte avergonzado o incómodo al hablar de tu comportamiento, puedes encontrar apoyo, atención y ayuda sin prejuicios».

Y eso es lo que realiza la Universal. Diariamente las puertas están abiertas para recibirte si este es tu caso. Recuerda esto: no estás solo, queremos ayudarte. No tengas miedo a ser juzgado. El objetivo es brindarte el apoyo que necesitas dándote una mano amiga.

Te esperamos en el Templo de los Milagros, Av. Revolución núm. 253, Col. Tacubaya, CDMX. O bien, en la Universal más cercana a tu domicilio.

(*) La asistencia espiritual no sustituye los cuidados médicos. Será el tipo de trastorno, su origen y el modo de ser de la persona los que configurarán la manera de orientar, en cada caso.

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