Árbol de la vida
«Bienaventurados los que lavan sus vestiduras para tener derecho al árbol de la vida y para entrar por las puertas a la ciudad. Afuera están los perros, los hechiceros, los inmorales, los asesinos, los idólatras y todo el que ama y practica la mentira.» (Apocalipsis 22:14-15).
Muchos procuran en la ciencia tener larga vida, pero realmente felices son aquellos que confían y guardan los Mandamientos del Señor, pues ellos que, por amor, los obedecen, podrán disfrutar del Árbol de la Vida eterna que se encuentra en la Ciudad de Dios.
Por Ester Bezerra
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