Aprender
«Haz con Tu siervo según Tu Misericordia, y enséñame Tus Estatutos» (Salmos 119:124).
Solo aprendemos los Decretos de Dios al mostrar disposición en querer sacrificar nuestras vidas para servirlo, humillándonos y diciendo que realmente Lo necesitamos.
Por Ester Bezerra
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