Amnesia alcohólica: síntoma grave del alcoholismo

La mitad de los adultos olvidaron lo que hicieron mientras estaban ebrios. Según Kate Carey, profesora de Ciencias Sociales y del Comportamiento de la Universidad Brown, no se dan cuenta de lo que sucede en ese estado y, al día siguiente, sufren ese blackout.

Existen dos tipos de amnesia tras el estado de ebriedad:

• El blackout fragmentado: el bebedor olvida algunas cosas que hizo mientras estaba embriagado. Con esfuerzo, algunos recuerdan lo que pasó.

• Blackout total: amnesia absoluta en el estado de ebriedad.

Ambos casos ocurren cuando se ingiere la cierta cantidad de alcohol capaz de inhibir la acción del hipocampo, área del cerebro cuyo papel crucial es consolidar las memorias de nuestra cotidianidad.

Cuando la persona ya está intoxicada por el alcohol, compromete su toma de decisiones y sus comportamientos, como entrar en peleas o manejar embriagado.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos 3 millones de personas mueren todos los años debido al abuso del alcohol, el equivalente al 6% de las muertes totales registradas en el mundo. Entre los jóvenes de 20 a 39 años de edad ese porcentaje sube al 25%.

Si estás enfrentando este problema, puedes buscar ayuda en el Tratamiento en Contra de los Vicios, proyecto desarrollado con el fin de ayudar a quienes quieren liberarse de las adicciones. La reunión se realiza todos los domingos a las 3 p. m. ¡Te esperamos!

“Durante tres meses, tomé diario y todo el día”

“Pensaba que tomando me sentiría más hombre, pero la verdad era que me hundía más en el alcohol. Lo que empezó con un simple vaso se convirtió en una adicción que me llevó a vivir los 25 peores años de mi existencia.

Era insoportable, antisocial, tuve pérdidas de amistades, familiares, económicas, ni los graves accidentes que sufría por mi estado alcohólico me hacían reaccionar.

Muchas veces quise dejar el vicio, lo intenté poniéndome metas, pero siempre fallaba. El punto más crítico fue cuando toqué fondo al tomar diario durante tres meses, mañana, tarde y noche.

Una persona me invitó a la reunión que tiempo después se convirtió en mi salvación: el Tratamiento en contra de los vicios.

Nunca pude alejarme de la bebida por mí mismo, solo con la ayuda de Dios pude hacerlo y los resultados se notan en mi vida. Antes, me costaba trabajo dormir y ahora lo hago sin problema pues tengo paz. No necesito nada para ser feliz porque estoy liberado. Hasta mis inconvenientes para relacionarme con las personas se arreglaron. Soy un testimonio de que el vicio sí tiene cura”, Alfonso.

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