Algunos creen que con rituales y amuletos tendrán éxito en sus vidas
En una encuesta, 72 % confesó creer más en esas prácticas
Una encuesta llevada a cabo por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reveló que el 72 % de los mexicanos cree más en amuletos y rituales que en la ciencia.
De acuerdo a la encuesta, la mayoría de la población recurre a esto con el fin de tener un buen porvenir, mejorar su salud, condición económica, las relaciones familiares y con la pareja, darle un giro positivo al ambiente laboral, etcétera.
Sin embargo, es amplio el número de personas que confiesan que no siempre tiene el resultado que espera, pero entonces, ¿cómo se puede tener una vida próspera en todos los sentidos? Para el obispo Macedo no hay otra opción: la respuesta es seguir las enseñanzas bíblicas y basar la fe en el Dios del que hablan las Escrituras.
«En la caminata hacia el éxito, se debe depender solo de Dios y de sí mismo. La salida hacia una vida de calidad es practicar la fe pura e inteligente, que nos aproxima a los pensamientos de Dios. Él es el único que puede cumplir la promesa de dar vida y darla en abundancia», explicó el obispo Macedo.
Si quieres aprender más sobre cómo lograr una vida abundante y libre de todos los tropiezos negativos que algunos rituales puedan provocarle a tu vida, entonces participa este viernes en cualquier Universal del país o si lo prefieres asiste a una reunión muy especial este viernes en el Templo de los Milagros a las 7 de la noche, en Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya.
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«Hacíamos todo tipo de rituales y acarreamos maldiciones»
«Para la salud, el progreso económico, el amor… mi abuela y mi mamá hacían rituales de todo tipo con el fin de que nos fuera bien. Sin embargo, lejos de ayudarnos, estas prácticas nos acarrearon muchos problemas.
Cada semana era algo nuevo. Por esta razón el dinero era escaso, ya que se invertía en ramos y veladoras. Entre más ritos llevaban a cabo, más se complicaba nuestra vida. Me deprimí, me cortaba el cuerpo y dos ocasiones quise matarme.
Conocimos el trabajo de la Universal por medio del programa de televisión. Nos interesó asistir los viernes porque escuchamos que eran dedicados para los problemas espirituales y nosotros pasábamos por eso. Desde que llegamos sentimos algo diferente. Por medio de las oraciones uno vuelve a sentir paz, poco a poco, nos liberamos de todo lo que habíamos acarreado con los rituales.
Conforme nos entregamos más al Señor Jesús, las dificultades se fueron solucionando, pues ahora se tomaban decisiones en base a su Palabra y no en rituales. El carácter de mi mamá fue otro, nos brindó amor, protección y eso hizo que dejara de hacerme daño, también me deshice de la depresión. Ahora sabemos que si queremos una mejor vida el único camino es Dios.» -Thalía Castro
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