«Alcohólico, endeudado y sin empleo, así me encontré con Dios»

«Pese a ser profesionista, era desempleado, esto me afectó económicamente. Aparte de contar con trabajo, uno de los grandes problemas que me hacían estar en esas condiciones era mi alcoholismo, este vicio no solo me hizo perder en el ámbito financiero y profesional, también afectó mi vida amorosa.

Para solventar algunos gastos recurrí a préstamos generando una deuda de doscientos mil pesos, lo lamentable es que no tenía con qué pagarlos y mi reputación en el buró de crédito estaba por los suelos.

Por otro lado, mi novia había terminado nuestra relación porque tenía un carácter explosivo, ella estaba segura de que yo no cambiaría. En el fondo no quería ser así, pero no podía darle otro rumbo a mi vida.

Me di la oportunidad de acudir a las reuniones de la Universal y ahí pude transformar mi historia. Al tener una relación con Dios, su Espíritu me ayudó a dejar mi vicio. Mi fe se despertó y conocí la Hoguera Santa del Monte Sinaí, no dudé en participar porque sabía que ahí estaba el cambio.

Las bendiciones de Dios no llegaron como por arte de magia, tuve que ser paciente, perseverar en obediencia a Dios, seguir los consejos bíblicos, usar mi fe, pero todo valió la pena. Ahora soy dueño de mi propio negocio, he pagado mis deudas, me he comprado tres camionetas, una casa, reconquisté a mi novia, incluso nos casamos. Realmente Dios hizo de mí un nuevo ser.» -Juan Carlos Obregón