Aislamiento físico y social: años sin salir de casa o del cuarto

Conozca a los hikikomori, las personas que se aíslan de toda convivencia social

El mundo moderno ha traído problemas nunca antes vistos o imaginados. Trastornos psiquiátricos como la ansiedad, depresión, entre otros, son cada vez más comunes y sorprenden a la comunidad médica.

Uno que crece y afecta a las personas en varias partes del mundo es el “hikikomori”. El término en japonés describe la condición de las personas solitarias, que se apartan de todo contacto social y, muchas veces, duran años sin salir de casa.

De acuerdo con datos del gobierno de Japón, hay alrededor de 541 mil personas (1.57% de la población) en el país que viven en esa condición. Pero el número puede ser mucho mayor, pues pueden tardar años en pedir ayuda.

Otros países, como Corea del Sur, España y Estados Unidos, ya tienen casos de este tipo. El concepto hikikomori se define como una combinación de aislamiento físico y social sumado al sufrimiento psicológico que puede durar seis meses o más.

Muchos factores influencian en la aparición de la enfermedad, como el vicio al internet, presión social, estrés relacionado con el trabajo o familias desestructuradas. “Esas personas ya no logran establecer una rutina, como hacer las compras, buscar o acompañar a alguien a algún lugar. Hay una especie de pérdida de la búsqueda de la madurez, por enfrentar la lucha diaria de la vida y todo lo que ella debe ser. Por eso, todo queda postergado, así como los cuidados personales”, afirma Luiz Scocca, psiquiatra del Hospital de las Clínicas de la USP.

El otro lado

La ciencia habla y estudia aquello que puede ver, tocar o prever. Pero la Palabra de Dios afirma que las cosas espirituales existen e interfieren en el mundo real. Quien tiene ojos espirituales no puede negar que ese problema también cuenta con la raíz del mal para crecer y actuar. Vea:

“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir…” (Juan 10:10)

Toda situación que promueve dolor, sufrimiento, miedo, opresión, pérdidas, tiene implicación maligna. Dios, por otro lado, le da la solución a los que creen. Jesús dijo:

“… Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).

La salida

Por medio de la fe es posible cambiar cualquier panorama. Para encontrar la liberación de este y cualquier otro problema a través de su fe, asista a la reunión que se lleva a cabo todos los viernes en el Santuario de la Fe, que se ubica en Av. Revolución núm. 253, Col. Tacubaya. Usted puede participar a las 7:30 a. m., 10 a. m., 4 p. m. y 7:30 p. m. También al mediodía se realiza una reunión que se enfoca especialmente para quien sufre depresión. ¡No se la pierda!

(*) La asistencia espiritual no sustituye los cuidados médicos. Será el tipo de trastorno, su origen y el modo de ser de la persona los que configurarán la manera de orientar, en cada caso.