«Ahora tengo salud, estabilidad financiera y soy feliz en el amor»

«Desde niña, una fuerza inexplicable me aventaba y veía sombras extrañas. En la adolescencia, detectaron que mi corazón no latía bien, eso me provocaba desmayos, sentirme muy débil y que no pudiera respirar. Además, tenía síntomas diabéticos, me detectaron células malas en la matriz y un quiste en la entrepierna que no me permitía caminar. ¡Debía tomar medicamento de por vida!
Por otra parte, en la familia había pleitos y estábamos divididos. Para encontrar una solución, recurrí a casas de limpias en donde, lejos de ayudarme, solo perdí tiempo porque no logré nada. Buscar tantas alternativas sin encontrar una solución, me hizo creer que Dios no existía. Sin embargo, un día, en un momento de desesperación, alcé mi rostro al cielo y le pedí que me llevara.
Conocí el Templo de los Milagros por mi madre, quien me sugirió asistir. Al hacerlo, lo primero que regresó a mí fue la paz que tantos problemas me habían robado. Después de un tiempo de participar asiduamente en las reuniones, llegó la Hoguera Santa y, como ya había aprendido acerca de cómo ejercitar la fe, quise hacer una prueba con Dios en ella.
La primera respuesta que recibí fue la sanidad: los padecimientos fueron desapareciendo poco a poco, con varios estudios lo comprobé. Después, los tormentos espirituales se me quitaron. Más adelante, como respuesta de más votos de fe con Dios, obtuve una jefatura que me dio estabilidad económica. Así, realicé viajes internacionales, entre ellos a Brasil para visitar el Templo de Salomón.
También, Dios me permitió ser feliz en el amor: me casé. En Él he encontrado las respuestas que necesitaba, a través de una entrega sincera.» -Patricia Jaimes