Terapia del Amor

¿Divorcio? ¿Traición? ¿Pleitos? ¿Separación? ¿Soledad? La Terapia del Amor es lo que necesitas. Tú puedes ser feliz en el amor y con tus seres queridos. Pero ¿esta felicidad es posible? ¿En verdad se puede encontrar, no a una persona perfecta, sino a alguien que traiga plenitud a tu vida? ¿Es posible reconstruir un matrimonio después de años de sufrimiento? ¿Es posible sanar el corazón roto por la traición? La respuesta a estas preguntas es sí, y podemos ayudarte a aprender cómo hacerlo.
¿Qué es?
La Terapia del Amor fomenta el aprendizaje de conceptos y consejos prácticos para mejorar notablemente la vida amorosa y familiar de los participantes. Esta abarca diversas áreas como:
- Los complejos y traumas internos que estorban las relaciones afectivas actuales,
- la mejoría de la calidad de la convivencia entre los miembros de la pareja,
- la reconstrucción de matrimonios al borde de la separación,
- el desarrollo de habilidades que te permitan encontrar a una persona adecuada para tu vida por medio de decisiones racionales y
- la superación emocional frente a adversidades afectivas, como el divorcio, la traición o la violencia familiar.
¿Quiénes pueden participar?
Pueden participar tanto casados, solteros, divorciados, viudos, personas que vivan en unión libre, madres, padres o cualquier persona que tenga el deseo de aprender a tener una vida amorosa y familiar saludable. Incluso se recomienda que si tienes problemas con tu pareja o ser querido, acudan los dos juntos para participar en las conferencias.
«No tenía paz, solo lloraba y quería morir»
«Desde chica me sentía desvalorada por mis propios hermanos y, al ir creciendo, quería encajar en los círculos sociales. Pero, en lugar de ayudarme a crecer, aquellas amistades me llevaron por malos caminos que me indujeron a tomar bebidas alcohólicas. También tuve una relación que me llevó al fondo del pozo luego de que me traicionaron, eso me hundió más en la depresión.
Mi mamá me invitó a la Universal, pero no quería ir. Yo le decía que no necesitaba a Dios, sin embargo, aquella decepción me impulsó a ir, aunque en el fondo iba en contra de mi voluntad. No obstante, al conocerlo a Él, empecé a luchar para salir de la situación en la que vivía.
Era una mujer intranquila, que solo quería dormir y pensaba en morir; pero escuché que en la Hoguera Santa podía ser libre de todo eso. Entonces, desafié mi fe y le entregué mi vida a Dios para recibir el Espíritu Santo. De ahí en adelante, tuve paz, Él me dio la osadía de querer seguir luchando y lograr lo que quería.
Después de eso, encontré un buen trabajo relacionado con lo que estudié, también pude titularme y conseguí mi cédula profesional. Y las bendiciones continuaron llegando: me casé con un muy buen hombre, conseguimos un departamento propio (construido a nuestro gusto), tenemos dos coches y un negocio propio.
Gracias a Dios no nos falta nada y tenemos una vida completa. Solo con el Espíritu Santo logramos vencer, podrán venir luchas y dificultades, pero no decaemos porque Él nos da la fuerza para salir adelante.» -Laura Téllez
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