Acumulación peligrosa
Es normal guardar objetos y tener animales de compañía hasta que la acumulación desordenada de cosas y animales comienza a afectar la vida cotidiana de las personas, entonces pasa a ser clasificado como un trastorno. ¿Quién nunca escuchó hablar de los acumuladores compulsivos?
La acumulación compulsiva también es conocida como disposofobia. El acumulador desordena el ambiente ocupando en exceso las áreas de la casa o del trabajo, algunas veces bajo la vieja excusa de que se podrían necesitar en algún momento. Para aquel que mira desde afuera, es algo desagradable, pero la propia persona parece no tener noción de lo que hace o, si la tiene, le molesta menos que el hecho de pensar en deshacerse de alguna cosa.
En palabras de la psicóloga Thaiana Brotto, el trastorno de acumulación compulsiva, «más allá de causar riesgos a la salud, puede llevarla a un deterioro en sus relaciones personales, su desempeño profesional y de su salud mental».
Los acumuladores pueden guardar todo tipo de objetos como herramientas, papeles, aparatos electrónicos (nuevos o inservibles), cajas, adornos, libros, muebles, herramientas, periódicos antiguos, recipientes desechables, entre otros artículos; así como también pueden acumular animales de compañía, como gatos, perros, pájaros, etc., sin tener las condiciones para cuidarlos.
Todo lo acumulado empieza a invadir las áreas comunes como salas, baño, cocina, patio y hasta el auto, privando a la persona del uso de sus propios espacios.
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Acumuladores vs. Coleccionistas
A diferencia de los acumuladores, las personas que coleccionan objetos poseen un aprecio por ellos, por eso los preservan en buen estado para exhibirlos, mientras que aquellos que acumulan, aunque pueden guardar cosas que para ellos representan a un ser querido, lo hacen de manera desordenada y hasta se olvidan de su existencia, porque el simple hecho de tenerlas ahí les da alivio, además de que tratan de ocultar su compulsión.
Causas
Los motivos pueden ser variados, pues tienen relación tanto con condiciones de salud mental como la depresión, estrés y el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), como con cuestiones emocionales (baja autoestima, insatisfacción, etc.).
Síntomas
• Necesidad incontrolable de adquirir y guardar objetos, sintiendo mucha angustia al tener que deshacerse de ellos.
• Esconder las cosas acumuladas para no ser forzado a deshacerse de ellas.
• Negligencia —en el caso de la acumulación de animales—, pues la persona no consigue cuidar de todos. Esto provoca que ellos se enfermen e incluso mueran por vivir en malas condiciones, pero el acumulador no se da cuenta de la gravedad de esto porque la presencia de los animales es reconfortante para ella.
• Aislamiento total o parcial porque las personas evitan al acumulador o él las ve como una amenaza para desenvolver su hábito.
• Dificultad para tomar decisiones.
• Dificultad para realizar labores del día a día como cocinar, limpiar, etc.
• Pérdida gradual de interés por el autocuidado y por la organización de la casa
• Resistencia para ver posibles riesgos como incendios o plagas
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Factores de riesgo
- Personalidad: dificultad en la toma de decisiones; indecisión.
- Antecedentes en la familia.
- Estrés postraumático: el experimentar algún evento fuerte como la muerte de un familiar, o alguna pérdida.
¿Qué hacer?
Es importante buscar tratamiento con los profesionales de la salud. Los tratamientos comúnmente usan inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) en conjunto con terapia cognitivo-conductual.
Auxíliate de la fe
Si tienes depresión y/o te identificaste con lo descrito arriba, te invitamos a participar en las reuniones del Templo de los Milagros: Av. Revolución núm. 253, en la colonia Tacubaya, CDMX. Por tu fe, es posible superar la depresión.
También puedes consultar el horario de la reunión en la Universal más cercana a tu domicilio.
(*) La asistencia espiritual no sustituye los cuidados médicos. Será el tipo de trastorno, su origen y el modo de ser de la persona los que configurarán la manera de orientar, en cada caso.
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