¿Acaso tienes una vida de apariencia?
Muchas personas viven una ilusión en las redes sociales y muestran algo que no son
Recientemente, una noticia triste de suicidio obtuvo los titulares de los periódicos de todo el mundo. Siya Kakkar, la joven influencer de 16 años, pudo haberse quitado la vida en su casa, ubicada en Nueva Delhi, India.
Lo que más llama la atención en esta historia es que ella era muy popular en la red social que se hizo viral entre los adolescentes: Tik Tok. Su cuenta tenía más de 1.1 millón de seguidores que veían sus publicaciones que contenían videos de danza y desafíos.
En una entrevista a la prensa local, el empresario de Siya Kakkar afirmó que no aparentaba estar triste: «ella estaba bien en la carrera. Su muerte debió ocasionarse por alguna cuestión personal que no sabemos. Conversé con ella ayer y todo parecía normal. Tenía un talento increíble».
Lo que hizo que la joven, posiblemente, se matara aún no se sabe, pero la neuropsicológa Amanda Bastos, con relación al tema, comenta que es muy común que las personas busquen aceptación en las redes sociales con el intento de llenar un vacío interno. «Muchos intentan disminuir sus dolores emocionales llamando la atención en internet. Los «me gusta» y los comentarios positivos generan una ilusión, es decir, la sensación de aumento de las emociones agradables acaba rápidamente. Eso hace que las personas se vuelvan adictas a esas aplicaciones», comenta.
Ilusión
Esa alegría aparente de los medios puede ser un escape para la verdadera realidad de una persona, como destacó recientemente la presentadora Cristiane Cardoso: «En línea, muestran que superan todo, que son fuertes, que están muy bien y felices. Las redes sociales promueven una apariencia y la persona termina viviendo una vida que no tiene. Es una persona que vive para mostrar algo que no es. Solo que eso tiene un límite. Llega un momento en el que ya no se puede fingir. Y eso es muy arriesgado, ya que en ciertas situaciones, nadie logra ayudarlas».
En fotos y videos, la persona demuestra tener una vida diferente de la que realmente tiene y aún tiene la sensación de que debe darle explicación a todo lo que sucede en su vida para los demás, olvidándose realmente de cómo está su interior.
Cuidado con el interior
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el suicidio es considerado un problema de salud pública. Esto es porque cada 40 segundo una persona se suicida en el mundo. Los datos también revelan que una persona intenta matarse hasta 20 veces, antes de conseguirlo de verdad. Y, en el 30 a 40 % de los casos, lo intenta nuevamente seis meses después.
Ser aceptado socialmente es una necesidad emocional denominada pertenencia. Y esa necesidad es aún más intensa en la adolescencia, porque es la fase de madurez de la personalidad. Es a partir de la convivencia con grupos que la identidad se forma. De ahí viene la necesidad de que la mayoría de los jóvenes quiera mostrarles a los demás solo lo que desean.
La neuropsicóloga Amanda Bastos orienta: «las personas necesitan aprender a amarse, dejar de fotografíar todo lo que hacen y publicarlo.
También necesitan analizar cuáles son los motivos que las llevan a querer estar todo el tiempo en las redes y recibiendo «me gusta»», concluyó.
¿Cómo sucede ese autoconocimiento? El presentador y conferencista Renato Cardoso responde: «existe un cuerpo natural y uno espiritual.
Usted es cuerpo, alma y espíritu, y tiene que atender las necesidades de los tres. El espíritu se alimenta de la relación con Dios, de la Palabra, del temor a Dios. Cuando usted no anda con Dios, puede tener todo, pero estará infeliz, vacío», concluyó.
Por eso, es importante que las personas aprendan, desde muy jóvenes, la importancia de establecer una posición delante de los demás basándose en la Palabra de Dios. Y, para eso, siempre es necesario buscarlo.
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