A ti mamá, que eres símbolo de fuerza y amor incondicional

Con solo verla, de inmediato un bebé reconoce su presencia y busca refugiarse en sus brazos. Cuando aprende a hablar, la palabra «mamá» es una de las primeras expresiones que dice con rapidez y claridad. Y precisamente en los momentos de peligro y dolor, ella suele ser la primera persona que un niño busca para sentirse protegido y seguro. Esto no pasa solamente en algunos países; estudios sobre el desarrollo del lenguaje han notado que este fenómeno ocurre en la mayoría de las diversas culturas del mundo.

Tal situación refleja apenas un poco el impacto y la influencia que tiene la figura materna en la vida de todo ser humano. De hecho, su papel va más allá de cuidar a los hijos, el marido y la casa. Por lo general, ella representa la alegría, la fuerza y la unidad de cada uno de los integrantes de la familia, como dice un dicho: «Las madres son como el pegamento. Incluso cuando no las ves, siguen sosteniendo a la familia».

Además, sus enseñanzas dejan huella en más de una generación. Cuando tiene cuidado con lo que dice e inculca, sus palabras son capaces de persuadir a quienes le rodean para evitar peleas, amarguras y divisiones entre los familiares. Hasta puede apagar el fuego en los instantes de estrés y nerviosismo. O bien, en el preciso momento, se expresa con firmeza para marcar límites, transmitir valores o reprender con equilibrio cuando la situación lo requiere por el bien de sus hijos.

Y esta fuerza sobrepasa las fronteras, pues aun estando solas han demostrado tener grandes virtudes para enfrentar y superar todos los desafíos que se topan en el camino. Aunque algunas también cargan con el dolor de un pasado duro, frío y violento, hacen todo lo posible para hacer a un lado sus propios problemas a fin de poder dar ese amor y apoyo incondicional.

Es por esto y mucho más que este 10 de mayo se celebra su gran día, para conmemorar el esfuerzo que hacen. ¡Muchas felicidades y bendiciones a todas las mamás!

Sin embargo, un día no es suficiente para reconocer sus sacrificios, es algo que se hace diariamente.

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¡No olvidemos a la madre espiritual!

Del mismo modo que una madre cuida, protege y ampara a sus hijos, la iglesia es la madre espiritual que les da refugio a todos los que sufren. Ella es quien enseña los principios éticos y morales que, muchas veces, algunas personas no aprendieron en sus propias casas.

Es en este lugar donde, quien usa su fe, encuentra la solución a problemas como la depresión, adicciones, ansiedades y padecimientos irreversibles. Asimismo, también desarrolla un papel fundamental en la sociedad con trabajos de asistencia social para adultos mayores, familias en situaciones vulnerables, jóvenes y adultos que se encuentran en centros penitenciarios y mucho más.

¿Y cómo rendirle homenaje? Asistiendo este domingo en la Universal más cercana en compañía de tus seres queridos. Especialmente este 14 de mayo será un encuentro único para todos: el Domingo del 5° Mandamiento.

Medita en: Criterio de Dios: Buscad primero lo espiritual, después lo material