«A mi esposo le daban pocas horas de vida» 

«Había muchos problemas porque mi esposo tomaba demasiado y les faltaba el respeto a sus padres y hermanas; peleaba con todos. Estaba preocupada, pero no sabía cómo ayudarlo. Una vez que empecé a participar en la Universal el cambio no fue de la noche a la mañana, ya que solo quería resolver mis problemas con mis propias fuerzas, en lugar de entregárselos a Dios. Aunado a eso, mi esposo terminó hospitalizado 2 meses y se debatía entre la vida y la muerte. Al ver esa situación, empecé a hacer lo que me había orientado: comencé a usar mi fe y le entregué mi vida y la de mi familia a Dios. 

Además, comencé a ir los sábados a los Casos Imposibles. A pesar de que a mi esposo solo le daban horas de vida, fui perseverante con Dios, y el especialista vio mejorías en él. Por mi fe, ahora mi esposo está recuperado, es tranquilo e incluso la convivencia en mi hogar y con mis hijas es diferente. Yo les recomiendo a las personas que no se cansen de luchar, pues Dios puede restaurar una familia.» -Eufrosina Meneses 

Casos Imposibles 

¿Tienes una causa en la justicia sin solución? ¿Te han dicho que para tu situación no hay salida? ¿Los problemas que te rodean parecen imposibles de vencer? 

Entonces, participa todos los sábados en la reunión del Ayuno de los Casos Imposibles. Te esperamos en la Universal más cercana a tu domicilio. 

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