40 años reconstruyendo vidas

Así fue como nació la Iglesia Universal del Reino de Dios

Todo comienza cuando un hombre, cuyo único deseo siempre fue servir a los ideales divinos, recibe en sus brazos a su pequeña recién nacida, pero con paladar hendido y labio leporino. Un momento duro para él como padre.

Se percató de que Dios no tenía la culpa, sin embargo, tenía el derecho de pelear por sus bendiciones. Pelear por una vida mejor para su hija y toda su familia. Esa experiencia le sirvió para enfocar su indignación y empezar, así, un camino sin retorno de lucha férrea contra los males espirituales que el ojo humano no ve.

No fue sencillo. Varios se burlaron, creyendo que los milagros han caducado. Pese a todo, Edir Macedo asumió la misión de incentivar a los sufridos, enfermos y necesitados a luchar por lo que el Señor prometió y, más aún, encaminarlos a la salvación eterna que solo Jesucristo da.

De ese modo, 40 años después, la Universal se encuentra en distintos puntos del planeta y miles de personas han logrado lo humanamente imposible echando mano del poder de la fe.

Han sido cuatro décadas de esfuerzos y clamores de obispos, pastores y personas que han llegado con el alma, la familia, salud y economía hechas pedazos. Sin embargo, gracias a que llevaron a la práctica Su Palabra, Dios no se olvidó de ellos.

Estimado lector, muchas gracias por seguir al pendiente de los mensajes especiales de este sitio. Recuerda: nunca renuncies a tus sueños y sigue luchando por nuevas metas.

Te recomendamos: La cátedra de Moisés

El sueño de un hombre que ha bendecido a multitudes

Edir Macedo, fundador de la Iglesia Universal, frecuentó una iglesia evangélica durante algunos años de su adolescencia. Su deseo era despertar en la gente la fe bíblica, la fe enérgica que cambia vidas, pero sus líderes no veían en él ninguna virtud que les llamara la atención.

Así, este hombre dejó su empleo con el fin de predicar el Evangelio. «Invadiré el infierno para rescatar las almas perdidas», se propuso. Allí nacía un pueblo con la mirada clavada en las promesas de Dios.

Un gran salto: del quiosco a todo el mundo

Corría el año de 1977 cuando se dio inicio al trabajo de la Iglesia Universal en un espacio reducido y al aire libre: el quiosco del barrio Méier. Después de 40 años, la Palabra del Dios Vivo ha llegado a casi todo el mundo, cientos de catedrales están esparcidas en más de 100 países.

¿Por qué se ha tenido este crecimiento tan relevante? «Porque [la Iglesia] va a los sitios donde no cualquiera se atreve a entrar, acepta a las personas que la sociedad desprecia y les enseña la fe que les permite tener un nuevo nacimiento», refirió el fundador, el obispo Edir Macedo.

Lee más: Zacatlán de las Manzanas ya tiene una Universal