6 señales de que no te preocupas por la educación de tu hijo
Es un hecho que los hijos siguen el ejemplo de los padres. Si el responsable miente, fuma, bebe, dice groserías, grita, entre otras cosas, es común que el niño haga lo mismo. Los hijos terminan siendo el producto de tu ejemplo. Lo que haces pesa más que lo que dices, ya que ellos aprenden imitando a sus referencias.
Por lo tanto, no sirve de nada un llamado de atención, pegar o castigar a tu hijo por hacer algo malo, una conducta que tal vez él notó en ti. Y estas 6 actitudes pueden revelarte si estás perjudicando a tu hijo:
- No te preocupas por su futuro y, por eso, cumples todos sus deseos, aun sabiendo que, al satisfacerlo, estás comprometiendo su carácter.
- No le das buenos ejemplos, pero exiges buena conducta.
- No le enseñas a ser responsable.
- No impulsas su rendimiento académico.
- No conoces a sus amigos.
- No conversas con él.
Además de estas formas, la más nociva es no enseñarle el camino de la fe en Dios. Cuando lo educas de forma espiritual, entonces, además de prepararlo para ser un ciudadano digno, aprenderá a vivir por la fe.
«Instruye al niño en su camino; y aun cuando sea viejo no se apartará de él» (Proverbios 22:6).
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